En realidad el dinero es un símbolo, cualquier medio de cambio...
EL DINERO
En realidad el dinero es un símbolo, cualquier medio de cambio generalmente aceptado para el pago de bienes y servicios y la amortización de deudas, representado por monedas y billetes, simples discos de metal y pedazos de papel, pero que son aceptados a cambio de mercancías o servicios útiles que tienen un valor convencional.
Desde la llegada del hombre al planeta, éste ha utilizado cosas muy raras como dinero; desde sal, hasta té seco, entre otros.
En realidad, lo que se utilice como dinero tiene poca importancia siempre que se esté de acuerdo sobre su valor. El número de unidades monetarias requeridas para comprar un bien se denomina precio del bien.
El billete o papel moneda
Cada país tiene su propio sistema monetario e imprime su propio dinero. Éste está hecho en papel y, en esencia, tiene muy poco valor. Como medio de curso legal, sin embargo, los billetes de papel representan un específico valor monetario decretado por el gobierno.
El Estado los imprime y garantiza su valor. En su diseño se incluyen, papel y tintas especiales, dibujos y figuras muy complicados y llevan una serie de detalles de reproducción casi imposible. Esto dificulta la falsificación, que es un delito grave.
Las monedas
Las primeras monedas de la historia fueron acuñadas en Lidia, actual Turquía, hace unos 2.700 años. Éstas se hacían de electro (mezcla de oro y plata).
Hoy en día las monedas se emplean sólo para los valores pequeños, pues sirven para facilitar los cambios, ya que para los valores mayores se utilizan los billetes.
Generalmente son acuñadas con el busto del soberano o el sello del gobierno que tiene la prerrogativa de fabricarla; llevan, además, el número que representa su valor y el año en que se acuñaron.
La tarjeta de crédito
Es una tarjeta plástica que reemplaza al dinero. Si compramos con ella debemos firmar un recibo. Las empresas que las emiten pagan las facturas en el acto y luego de un tiempo las cobran en la cuenta bancaria de quien las utilizó, o bien por medio de un resumen que llega a domicilio. Cada tarjeta lleva la firma del titular y sólo éste puede utilizarla, aunque son posibles las extensiones para familiares.
Muchas tarjetas de crédito incluyen en su diseño hologramas muy difíciles de imitar. Poseen también caracteres en relieve, con el número de tarjeta y el nombre del titular, que se imprimen en el recibo.
LA CASA DE LA MONEDA
Es la encargada de acuñar e imprimir las monedas y billetes, y es controlada por el Estado.
EL DINERO EN LA ECONOMÍA
El dinero como medio de cambio y medida del valor facilita el intercambio de bienes y servicios y la especialización de la producción. Sin el dinero el comercio se reduciría al trueque o intercambio directo de un bien por otro; éste era el método utilizado primitivamente y, de hecho, se sigue empleando en algunos lugares.
HISTORIA DEL DINERO
En los primeros tiempos se utilizaron muchas cosas como medio para cambiar bienes. Las primeras “monedas” fueron: el arroz (China), dientes de perros (Papúa- Nueva Guinea), pequeños utensilios (China), guijarros de cuarzo (Ghana), fichas de juegos (Hong Kong), conchas de cauri (India), discos metálicos (Tíbet) y discos de piedra caliza (isla de Yap).
Las monedas de oro y plata aparecieron por primera vez en el siglo VI a.C. en Asia Menor. El uso de las monedas se extendió por todo el mundo. Tanto los monarcas como los aristócratas, las ciudades y las instituciones, empezaron a acuñarlas con el sello que los identificaba para certificar su autenticidad.
El dracma, emitido en Atenas en el siglo VI a.C. tenía una composición bastante estable, con un contenido en torno de los 65-67 granos de plata fina. La moneda china, gian de cobre, aparecida en el siglo IV, se mantuvo como moneda oficial durante dos mil años. Aquellas de baja calidad, de bronce o cobre, eran dinero fiduciario, y su valor dependía principalmente del número de monedas de oro o plata por las que se podían intercambiar. Las de oro y plata circulaban fuera del país que las emitía por su valor esencial; así, el peso de plata español, cuyo material provenía de las minas del Perú y de México, se convirtió en una moneda de uso corriente en China a partir del siglo XVI.
Las monedas originaron un sistema monetario cuyas características han permanecido constantes durante milenios; uno de los cambios que ha perdurado fue la introducción, en las monedas europeas del siglo XVII, de las ranuras en los bordes con el fin de evitar que se limasen.
El papel moneda apareció por primera vez en China, en torno del siglo IX. Respaldado por la potente autoridad del Estado chino, este dinero conservaba su valor en todo el imperio, evitando así la necesidad de transportar la pesada plata. Bajo la dinastía Song, el papel moneda ha sobrevivido durante toda la historia china. A partir de entonces, se mantuvo la plata como patrón de cambio chino para las transacciones importantes.
El papel moneda apareció por primera vez en Occidente en el siglo XVI, cuando se empezaron a emitir pagarés por parte de los bancos para respaldar los depósitos monetarios de sus clientes. Estos medios de cambio se multiplicaron y las autoridades coloniales francesas de Canadá utilizaban cartas de juego firmadas por el gobernador como promesa de pago, desde 1685.
El papel moneda se fue haciendo popular a lo largo del siglo XVIII. El dinero fiduciario, cuando surgió, era normalmente una medida de urgencia para tiempos de guerra, como los papiros (greenback) estadounidenses. Los bancos privados fueron sustituidos paulatinamente por bancos centrales como autoridades emisoras de papel moneda.
A finales del siglo XIX, la caída del valor del oro acarreó la creación de un patrón oro internacional en el que todas las monedas podían intercambiarse por oro, y el valor del dinero (más que los precios) estaba fijado por la paridad de la moneda con el oro. Casi todos los gobiernos suspendieron la convertibilidad de sus monedas durante la Primera Guerra Mundial, perdiéndose todo el interés por volver a introducir el patrón oro internacional tras la Gran Depresión. Gran Bretaña abandonó el patrón oro en 1931, y la transformación de las monedas mundiales a dinero fiduciario con valores fijados totalmente por la demanda del mercado culminó con el abandono de la vinculación del dólar estadounidense, en 1971.
