Son los mamíferos más altos del mundo. Las adultas pueden llegar a medir hasta 6 metros y pesar un máximo de 2 mil kilogramos, unas dimensiones que, combinadas con su pelaje, les dan un aspecto único y hermoso. Cada especie y subespecie tiene un diseño de pelaje diferente entre sí. Están adaptadas de forma única para alcanzar una vegetación inaccesible para otros herbívoros. Sus vasos sanguíneos, inusualmente elásticos y las válvulas, especialmente adaptadas, ayudan a compensar la acumulación repentina de sangre para evitar desmayos cuando sus cabezas se levantan, bajan o se balancean rápidamente. Sus "cuernos" son, en realidad, protuberancias cubiertas de piel y pelo por encima de los ojos que protegen su cabeza de lesiones y se llaman osiconos. Su cuello tiene una longitud de unos 2,4 metros. Existen cuatro especies de jirafas que embellecen los paisajes africanos.