Muchas especies están experimentando una rápida disminución de la población, principalmente como resultado de actividades antropogénicas (aquellas relacionadas con los humanos). Los delfines no son una excepción y su futuro está en riesgo debido a la degradación del hábitat, problemas para encontrar alimento, contaminantes en el agua, lesiones o la muerte debido a enredarse en redes de pesca e, incluso, heridas fatales por el impacto con las embarcaciones.