La escuela es el lugar donde el niño pasa varias horas diarias y es un ámbito donde muchas veces ocurren accidentes.
La escuela es el lugar donde el niño pasa varias horas diarias y es un ámbito donde muchas veces ocurren accidentes. La mayoría son de mínima importancia, como un golpecito en el recreo. Pero algunos pueden ser más graves y resultar fatales.
Al hablar de prevención de accidentes, cualquiera sea el lugar, es muy importante recordar ese viejo y sabio refrán: “Más vale prevenir que curar”.
Accidentes en el trayecto a la escuela
Durante el tiempo que dura el trayecto de ida y vuelta a la escuela, los niños también pueden sufrir accidentes, por lo que deben tomarse ciertas precauciones:
– Salir con el tiempo suficiente como para evitar apuros o corridas que puedan ocasionar caídas.
– Si el niño va caminando, debemos enseñarle que debe parar en todas las esquinas y observar bien antes de cruzar las calles, siempre debe hacerlo por la esquina y por la senda peatonal. Nunca debe cruzar las esquinas en diagonal y tampoco caminar por el lado de la calle o las acequias.
– Si los niños son pequeños, deben ir acompañados por un adulto para evitar que puedan ser robados o atacados por mayores. También, de este modo, podrán aprender más fácil el recorrido para cuando deban hacerlo solos.
– Si van en colectivo, aunque estén llegando tarde, nunca deben bajar del mismo antes de que éste haya frenado por completo y siempre deben mirar hacia atrás antes de bajarse ya que, a veces, tanto bicicletas como motos circulan por ese lado.
– Si los papás llevan a los chicos a la escuela en auto, deben cuidar que al subir, los niños estén completamente dentro del mismo antes de cerrar las puertas o arrancar, puesto que los niños entre bromas y jugueteos no cuidan estos detalles y muchas veces sus manos o pies se ven atrapados por las puertas, sobre todo cuando salen muy sobre la hora.
•Heridas cortantes. La rotura de un vidrio puede lesionar con trozos que se desprenden o al tratar de juntarlos.
•Heridas punzantes provocadas por puntas de compases, lapiceras, tijeras u otros elementos usados en manualidades.
•Contusiones producidas por golpes de cualquier tipo, desde caídas accidentales, juegos, lanzamientos de objetos (borradores, tizas y otros objetos de uso escolar), golpes contra bancos, puntas de ventanas, escritorios, etc.
Todo lo que ya se ha dicho también puede ocurrir en el patio, y los accidentes de mayor frecuencia son los golpes y caídas. El estado anímico provocado por el recreo y las ganas de jugar, la intrepidez, el mayor espacio y la rivalidad normal, generalmente son causas de que se produzcan estos accidentes.
La mayoría de las veces son los más pequeños quienes resultan lesionados y también algunas veces son las maestras.
Al no ser un espacio para jugar, son los más raros. Pueden ocurrir caídas por resbalar en el piso mojado o por empujones.
INTRODUCCIÓN O INGESTA DE OBJETOS
Los niños de todas las edades introducen en sus bocas diferentes sustancias: gomas, papeles, la punta o parte posterior de lápices y lapiceras, chicles, alfileres, clavos, etc.
Si alguno se llegara a tragar una tachuela, alfiler, clavo, etc. las complicaciones serían muy graves, desde asfixia (dificultad o incapacidad para respirar) hasta perforaciones del aparato respiratorio o digestivo, que llevan a intervenciones quirúrgicas (operaciones) muy complicadas y peligrosas.
CUERPOS EXTRAÑOS EN FOSAS NASALES Y OÍDOS
Sobre todo en niños pequeños, cuando el objeto introducido en la nariz pasa a la laringe, tráquea o bronquios, se atasca y puede producir un cuadro de asfixia, y desencadenar además procesos infecciosos. En los oídos, rascarse o sacarse serosidad puede provocar pequeñas escoriaciones, heridas leves, perforación de tímpano, infecciones. En casos de perforación de tímpano se puede llegar a la hipoacusia (disminución de la audición) o a la sordera.
CON ARTEFACTOS PARA CALDEAR AMBIENTES
-Estufas de gas:
• Deben estar instaladas y fijas, lejos de los niños y ser apagadas al salir al recreo. La ventilación del aula debe hacerse en forma periódica.
• Evitar que el niño se acerque a éstas y un mayor debe encenderlas y apagarlas.
• Evitar que los niños dejen papeles y otros elementos inflamables sobre las estufas y que jueguen cerca de ellas.
-Braseros: • Deben ser encendidos en el patio hasta que tengan una combustión completa. Ya en el aula, instrumentar los medios para que los niños no se acerquen a éstos.
• No colocar encima recipientes con líquidos.
• Dejar abiertas las puertas y ventanas durante el recreo y no dejarlos encendidos de un turno a otro, o para el día siguiente, porque el monóxido de carbono se concentra rápidamente.
– Salamandras:
Para esto es necesario aprender a usar adecuadamente cada elemento. Las lapiceras a bolillas sin capuchón se convierten en elementos punzantes. Evitar que se juegue con éstos.
Tener en cuenta que un objeto pequeño, como una tiza, arrojado contra el punto de menor resistencia de un vidrio puede romperlo. Cuidar de que el niño se siente correctamente, sin sacar los pies fuera del banco, ya que alguien puede tropezar y caer, agravándose la situación si quien tropieza lleva en sus manos alguno de los elementos antes mencionados como peligrosos.
Recordar que con precauciones y un buen juicio, muchos accidentes en la escuela pueden evitarse.