Entendemos por aire a la mezcla de gases que constituyen la atmósfera.
EL AIRE
Entendemos por aire a la mezcla de gases que constituyen la atmósfera. Es un fluído incoloro e inodoro formado por: nitrógeno (78% del volumen total del aire), oxígeno (21%), argón (0,93%) y anhídrido carbónico (0,03%.), vapor de agua y trazas de hidrógeno, ozono, metano, monóxido de carbono, helio, neón, kriptón y xenón.
Esta cubierta, indispensable para la vida, alcanza unos 1.000 km de altura y es retenida gracias a la fuerza de la gravedad terrestre.
Varios planetas del Sistema Solar tienen atmósfera, pero ninguno contiene tanto oxígeno como el aire terrestre, que resulta por eso tan favorable a la vida. Sin embargo, esta composición del aire no siempre fue así.
Histórico
Hace 4.400 millones de años, la Tierra estaba cubierta de volcanes, cuyos gases crearon una atmósfera de nitrógeno, dióxido de carbono, azufre y vapor de agua. Unos 50 millones de años después, ésta se condensó en lluvias torrenciales que formaron los océanos.
Probablemente,hace al menos 3.500 millones de años, en los mares aparecieron las primeras formas de vida. Eran organismos unicelulares microscópicos, capaces de habitar en un ambiente repleto de nitrógeno y dióxido de carbono.
Fueron dueños del planeta durante los siguientes 700 millones de años, cuando aparecieron otros seres que realizaban fotosíntesis y con ella liberaban oxígeno.
Bacterias y algas cambiaron el aire al agregarle oxígeno; esto provocó una gran extinción de las anteriores formas de vida, de las que sólo quedaron unas pocas en ambientes especiales.
EL AIRE Y LA VIDA
Muchos animales viven comiendo plantas o a otros herbívoros. Y las plantas, que son la base de la red trófica no viven sin el dióxido de carbono al cual transforman en energía mediante la fotosíntesis. Los hongos no pueden hacer esto, pero necesitan el oxígeno del aire para crecer. Sólo seres muy simples, como ciertas bacterias marinas, son capaces de vivir sin aire.
Los porcentajes normales que deberían mantenerse en la atmósfera para que en ella la vida se desarrollara adecuadamente, sería de alrededor del 21% de oxígeno y sólo el 0,03% de dióxido de carbono.
RESPIRAR
Los animales necesitan oxígeno para que sus células funcionen. Lo consiguen respirando; al aspirar, entra aire cargado de ese gas a los pulmones, pasa a la sangre y, con ella, se distribuye por todo el cuerpo.
Al espirar, expulsan aire con mucho dióxido de carbono sobrante de la actividad celular. Los seres acuáticos respiran el aire que está disuelto en el agua.
De día, el dióxido de carbono es absorbido por las plantas y transformado mediante la fotosíntesis. Durante la noche, aquellas liberan cierta cantidad de dióxido de cabono al respirar.
Ese peso es lo que se denomina presión atmosférica; en el nivel del mar es normalmente de 1 kilogramo en cada centímetro cuadrado (1 kg/cm2), pero decrece a medida que ascendemos, por la simple razón de que a mayor altura, por encima hay cada vez menos aire.
Es una zona con aire frío que, por ser más pesado, ejerce mayor presión atmosférica. Empujado por su propio peso, ese aire se mueve como viento hacia el centro ciclónico, en lo que se llama un frente frío, que entra como una cuña bajo el aire cálido. En ese contacto, el vapor de agua de las nubes se enfría y se condensa en forma de lluvias. Éstas también pueden producirse cuando el aire caliente llega hasta zonas más frías de la atmósfera.
La presión atmosférica no es pareja, aun a la misma altitud, pues varía de acuerdo con la temperatura del aire en cada zona. Cuando los rayos solares lo calientan, el aire se dilata y en cada unidad de volumen hay menos peso; en otras palabras, la presión atmosférica baja.
Entonces, este aire, más liviano, sube. El aire frío, en cambio, es pesado y se corre para ocupar el sitio del aire caliente que se eleva. Estos movimientos de aire se llaman vientos cuando son horizontales y corrientes cuando son verticales.
CIRCULACIÓN DEL AIRE: LOS FRENTES Centro ciclónico:
Es una zona con baja presión atmosférica debido a la presencia de grandes masas de aire caliente; éste es relativamente liviano y tiende a subir.
Centro anticiclónico:
Es una zona con aire frío que, por ser más pesado, ejerce mayor presión atmosférica. Empujado por su propio peso, ese aire se mueve como viento hacia el centro ciclónico, en lo que se llama un frente frío, que entra como una cuña bajo el aire cálido. En ese contacto, el vapor de agua de las nubes se enfría y se condensa en forma de lluvias. Éstas también pueden producirse cuando el aire caliente llega hasta zonas más frías de la atmósfera.
LA GRAN DEFENSA
El aire protege el planeta: filtra peligrosas radiaciones solares y regula la temperatura del planeta que, sin atmósfera, tendría enormes variaciones diarias. Además, destruye la mayor parte de los meteoritos caídos desde el espacio, que se queman al rozar la atmósfera a gran velocidad. Con humo y otras sustancias nocivas, la actividad industrial contamina el aire que respiramos y crea, además, dos serios problemas que amenazan a la atmósfera: el efecto invernadero y el adelgazamiento de la capa de ozono.
DOS AMENAZAS PARA LA ATMÓSFERA
El dióxido de carbono retiene el calor del Sol, como en un invernadero. Pero su proporción en el aire crece debido a la enorme emisión diaria de los motores de automóviles o fábricas, y a la tala de los árboles que lo consumen; eso aumenta la temperatura de la Tierra, con riesgo de graves cambios climáticos.
A una altura de entre 19 km y 48 km, el ozono forma una capa que filtra los peligrosos rayos ultravioleta del Sol. Desde 1970, se han registrado adelgazamientos de esa capa, frecuentemente atribuidos a los gases de aerosoles y refrigerantes, que exponen a los seres vivos a radiaciones dañinas. Tan valioso elemento y que en nuestra urgencia diaria no nos detenemos a valorar en su justa dimensión.
