Cuando decimos que el medio ambiente está contaminado, estamos indicando que cualquier medio o recurso de éste, como el aire, el suelo o el agua
CONTAMINACIÓN
Indiscriminada
El concepto de contaminación se refiere a lo que hace que un medio determinado se considere apropiado o no para su uso. Cuando decimos que el medio ambiente está contaminado, estamos indicando que cualquier medio o recurso de éste, como el aire, el suelo o el agua, no está en condiciones apropiadas para el uso, que puede enfermarnos porque en él se hallan sustancias tales como partículas o microorganismos que causan enfermedades al hombre y a otros seres vivos, o son sustancias que los intoxican.
Realmente es así, las capas de neblina son mucho más numerosas y la intensidad de la contaminación es mayor cada vez, tanto la solución ácida del aire de la región polar como la mayor parte de la polución mundial, que proviene de plantas industriales. Los científicos temen que las sustancias contaminadoras, que producen calor, podrían alterar el clima del mundo y tal vez aumentar en varios pies los niveles del mar al causar el derretimiento del hielo polar.
NINGÚN ESPACIO A SALVO
Los residuos eran depositados en cualquier lugar porque se pensaba que la naturaleza era inagotable y que podría asimilarlos eternamente. Luego se comenzó a utilizar espacios para amontonarla. Si los residuos son abandonados a cielo abierto, no sólo se contamina el suelo y las napas de agua, sino también el aire, lo que permite la proliferación de ratas, cucarachas y otros animales portadores de enfermedades.
El suelo resulta contaminado por los residuos eliminados por la gente, ya sea que provengan de hogares, de hospitales y laboratorios, de industrias, también por el uso incontrolado de agro químicos y pesticidas, y, los más peligrosos, los radiactivos.
La contaminación natural es parte de todo flujo o depósito de agua. Los residuos animales, las hojas, los minerales y gases ingresan continuamente a los cuerpos de agua, o son lavados por los ríos y otros cursos de agua. En el agua sirven de alimentos a bacterias y hongos acuáticos que requieren de oxígeno para vivir.
La cantidad de oxígeno que puede disolverse en el agua es limitada. Si la cantidad de materia orgánica que lleva el agua no sobrepasa los límites adecuados, los agentes descomponedores pueden consumirlos rápidamente en un proceso que llamamos biodegradación, hasta convertirlos en sustancias inofensivas.
Si, por el contrario, estos desechos se encuentran en exceso, el oxígeno del agua se agota rápidamente y se produce la contaminación con la posibilidad concreta de que mueran especies animales que las habitan o enfermen a quienes están en contacto con ella.
Los cultivos regados con agua contaminada son los que están más castigados por esto.
En el aire se encuentran en suspensión contaminantes naturales como: el polvo, el polen, el rocío salino, las cenizas volcánicas, que se reciclan regularmente aún cuando el aire posee una capacidad auto purificadora limitada. Los otros contaminantes que producen la urbanización y las industrias en gran cantidad y variedad, tienen efectos adversos tanto sobre los seres humanos y otros seres vivos como sobre los edificios y el suelo. El problema se agrava en las zonas densamente pobladas por la combustión de los motores de vehículos, los procesos industriales, las usinas eléctricas que usan combustibles fósiles; y la lista puede seguir.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
La contaminación atmosférica es uno de los problemas medioambientales que se extiende con mayor rapidez ya que las corrientes atmosféricas pueden transportar el aire contaminado a todos los rincones del globo.
La mayor parte de la contaminación atmosférica procede de las emisiones de automóviles y de las centrales térmicas que queman carbón y petróleo con el fin de generar energía para uso industrial y doméstico. El anhídrido carbónico y otros gases nocivos que se liberan en la atmósfera producen graves efectos sobre los patrones atmosféricos y afectan la salud de las personas, animales y plantas.
La lluvia ácida, una seria amenaza en todo el mundo, se produce cuando las emisiones de dióxido de sulfuro y óxido de nitrógeno, procedentes de la combustión de automóviles y centrales térmicas que emplean combustibles fósiles, vuelven a caer sobre la Tierra en forma de precipitación ácida.
UN JUSTO EQUILIBRIO
Las sustancias necesarias para la vida no siempre forman parte exclusiva de algún ser vivo sino que interactúan con el medio físico que los rodea a través de transformaciones que se producen en la materia orgánica. Y de allí pueden volver a incorporarse a algún tejido vegetal o animal. En general, las proporciones que esas sustancias encuentran en la naturaleza no cambian demasiado a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, si bien durante la fotosíntesis cuando los vegetales elaboran su alimento, se utiliza el dióxido de carbono de la atmósfera, existe un porcentaje de este gas que regresa a la atmósfera por medio de la respiración. De este modo, a pesar de que los átomos de carbono y oxígeno gaseoso de la atmósfera son siempre diferentes y cambian de lugar, se establece un equilibrio dinámico entre lo que se gasta y lo que se repone. Este equilibrio depende de la sincronización entre las distintas velocidades con las que los diferentes elementos realizan sus respectivos ciclos y, si no se realizaran a la velocidad adecuada, no sería posible que se mantuviesen las proporciones correctas de los elementos constitutivos de la atmósfera. Del mismo modo ocurre con las demás sustancias; si la proporción de alguna de ellas se altera, altera también al resto y, en consecuencia, afectaría los procesos vitales de vegetales y animales del lugar. Y el único que puede respetar y mantener ese delicado equilibrio es el hombre.
