Corales

Aunque a simple vista parecen plantas, los corales son celentéreos antozoos, es decir, animales invertebrados que viven fijos en los fondos marinos.

LOS CORALES

Aunque a simple vista parecen plantas, los corales son celentéreos antozoos, es decir, animales invertebrados que viven fijos en los fondos marinos y que carecen de la fase medusa, con órganos celulares distintos, provistos de cavidad digestiva central y un sistema de canales periféricos, que viven en colonias cuyos individuos están unidos entre sí por un polípero calcáreo, estructura calcárea que constituye el esqueleto de algunas colonias de pólipos, y ramificado de color blanco, rojo y rosado. Miden de 1 mm a 3 mm de diámetro y se reproducen por gemación o por huevos.

Para alimentarse, los pólipos extienden sus tentáculos y atrapan el plancton y materia orgánica que arrastra el mar. El crecimiento y la supervivencia de estos curiosos animales dependen de la simbiosis que establece con las algas que viven en sus tejidos y le dan color. Éstas toman nitrógeno y fósforo que les cede el coral y, a su vez, le ceden el carbonato necesario para que construyan sus cálices pétreos, que pueden ser tan resistentes como el cemento.

Los corales forman arrecifes que se desarrollan en las aguas costeras de los trópicos.

En general esas aguas son claras y poco profundas porque las algas simbióticas necesitan de la luz solar para realizar sus procesos vitales.

Aunque algunos viven en las profundidades, en aguas frías y reciben poca luz, la mayoría habita en aguas cálidas y cerca de la superficie.

Algunas especies son los corales de fuego, los corales negros con esqueletos córneos y los hidrocorales, aunque los verdaderos constructores de arrecifes son los corales pétreos o duros que en la actualidad suman cerca de mil especies. Éstos toman distintas formas, llamadas crecimientos coralinos, tan especiales que pueden parecer hongos o cornamentas de alce.

Cada nuevo individuo se fija a otro espacio que quedó deshabitado, por esta razón la acumulación va creciendo hasta formar islas o barreras que toman diferentes estructuras.

Diferentes estructuras

-Arrecifes de coral: crecen desde la costa hacia el mar.
-Barreras de coral: formaciones en forma paralela a la costa.
-Atolones: cuya distribución se asemeja a un anillo o herradura y en cuyo centro se forma una laguna poco profunda.

HÁBITAT PARA OTRAS ESPECIES
Entre todas las formaciones antes mencionadas, quedan hendiduras o cuevas que sirven de hábitat a un gran número de especies marinas. Las colonias de estos pólipos crecen menos de un centímetro al año por lo que se calcula que algunos atolones, pueden tener cincuenta millones de años.

En la zona tropical del Pacífico oriental se encuentra la vida de corales más rica del planeta.

CORALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
La pesca no controlada es una de las causas de la destrucción masiva de corales. Un estudio científico sugiere que se deben tomar medidas urgentes para salvar los arrecifes coralinos del planeta, debilitados por siglos de explotación humana.

Los ecosistemas de arrecifes coralinos sólo sobrevivirán unas pocas décadas más si no se los protege con urgencia.

Los científicos señalan que la destrucción no es reciente y que ya en el siglo XIX muchos arrecifes habían sido dañados por una pesca no controlada y por la contaminación. Los arrecifes de Jamaica y de la costa occidental de Panamá se encuentran entre los de peor situación en el mundo.

Lo primero que hay que hacer es aumentar el número de las llamadas áreas de restricción total, es decir las zonas de arrecifes o de parques marinos en las que no se permite absolutamente ninguna intervención humana.

En segundo lugar, los arrecifes coralinos son grandes estructuras, compuestas por organismos que emigran enormes distancias. Por eso, los arrecifes de coral de diferentes países están vinculados y se necesita una gran cooperación intergubernamental para conservarlos en la escala espacial que necesitan.

ALGUNOS ARRECIFES DE CORALES “DESAPARECERÁN ANTES DE 2015”
Una nueva investigación presenta un mal futuro para los arrecifes de corales del océano Índico si las tendencias de calentamiento del planeta continúan al ritmo actual.

En 1998, más de un 90% de los corales que permanecían bajo las aguas de los arrecifes del océano Índico murieron debido al incremento de las temperaturas en la superficie del mar, como consecuencia del cíclico fenómeno climático denominado ¨El Niño¨.

Temperaturas más equilibradas en los últimos cinco años, sin embargo, han hecho posible la regeneración de la mayoría de los corales.

Una catástrofe similar, o aún peor, puede ocurrir en los próximos diez o quince años, según una declaración de la universidad de Warwick, y esto será “mucho más pronto” de lo que previamente se creía. La preocupación principal está, en el hecho de que las altas temperaturas del mar no permitirán la regeneración de los corales.

Desde la catástrofe de 1998, los científicos se han mostrado impacientes por predecir la sincronización de una posible repetición de los acontecimientos.

ESPERANZA DE VIDA PARA EL CORAL
Combinando datos históricos y predictivos de las temperaturas de superficie marítima para las 33 zonas del océano Índico que se vieron afectadas en 1998, se creó un sofisticado modelo sobre la esperanza de vida de los corales.

Los sitios que, potencialmente, pueden ver más incrementadas sus temperaturas en la superficie marítima no sufrirán necesariamente la peor destrucción coralina. Las áreas previstas como las que serán las primeras afectadas incluyen a varios de los países más pobres del mundo.

Estas temperaturas “mortales” podrían llegar ya antes de una década. Los corales en estas áreas pueden no tener suficiente tiempo para recuperarse del acontecimiento de 1998 antes de verse afectados de nuevo por otra onda de mortalidad. Sin embargo, si los corales llegan a tolerar alzas de hasta dos grados de temperatura, la mortalidad se podría retrasar varias décadas.

SON MUY ÚTILES PARA LA MEDICINA
La medicina se ha valido de estos animales para producir medicamentos que actúan contra infecciones, tumores, inflamaciones y virus (como el del VIH). También está en estudio utilizar esqueletos de coral como base para injertos óseos.