LA HIDROPONIA
Todos conocemos la forma tradicional de cultivo en tierra. Las plantas, como todos los seres vivos, utilizan la energía del Sol y las sales que extraen de la tierra como alimento. Durante miles de años ésta ha sido la forma de cultivo adoptada por el hombre.
Como el mundo vive en constante cambio, no es sorprendente que la manera de cultivar también pueda cambiar.
La hidroponia, precisamente, nos ofrece una nueva manera de hacerlo. Aunque su uso no se ha generalizado, permite cultivar toda clase de plantas en cualquier lugar, como ser: bananas y tomates en el Polo.
Su historia es muy reciente
En 1840, el químico francés Jean Boussignault hizo crecer plantas en tierras artificiales insolubles (arena, cuarzo, carbonilla) impregnadas en una solución acuosa de fórmulas químicas conocidas, posibilitando el crecimiento de las plantas en un medio distinto a la tierra natural, con un vigoroso aumento de sus componentes orgánicos, y la producción de semillas capaces de germinar.
En 1669 ya se pensó en la posibilidad de cultivar sin tierra, cuando Woodward logró hacer crecer menta sólo en agua.
En 1938 el sabio Dr. W.F. Gericke comenzó a realizar gran cantidad de cultivos en agua, y fue quien dio origen a la palabra hidroponia.
Este método de cultivo se ha transformado en arte e industria prometedora en los últimos 50 años. Durante este tiempo se fueron poniendo a punto los más diversos dispositivos, en distintos países, permitiendo el cultivo floral, hortícola y forrajero, al aire libre o en invernaderos, obteniéndose rendimientos comerciales superiores.
Por medio de una solución sintética de agua y sales minerales diversas se provee a las plantas alimentos necesarios para crecer.
Las instalaciones
Hoy en día se utilizan recipientes llenos de arena, piedras, vermiculita, etc.; éstos son productos inertes que hacen las veces de soporte para las raíces y evitan el paso de la luz. Estos recipientes pueden ser de madera, cemento o cualquier material adecuado, deben estar impermeabilizados por dentro. El fondo debe ser plano, levemente inclinado o cóncavo para permitir el drenaje de la solución
La fertilización de las plantas se calcula cuidadosamente y llega a las raíces sin desperdicio posible ni contaminación del suelo.
Sus usos
Se puede obtener en el hogar cosechas variadas de legumbres y plantas aromáticas.
En la horticultura, la fructificación es más rápida y el rendimiento superior, mejor calidad y mayor cantidad que con los procedimientos tradicionales.
Se pueden obtener: tomates, zapallitos, lechugas, rábanos y melones, entre otros. Es conveniente realizar almácigos comunes en soluciones nutritivas y reproducir las plantas en forma más rápida.
También se cultivan con este método gran variedad de plantas medicinales, que toman un aspecto radiante y logran un rendimiento varias veces superior.
También es útil la hidroponia en la industria floral, ya que se logra un rendimiento doble en ciertas flores como gladiolos, claveles, rosas, orquídeas, crisantemos.
Si se completa el método con una iluminación adecuada, se puede cambiar la época de las floraciones y obtener extraordinarios ejemplares fuera de estación. En zonas de suelo árido o desértico, con algunos productos químicos y agua puede producirse legumbres o frutas frescas.
El método de cultivo en agua es muy utilizado en la experimentación botánica. Un tipo común de cultivo en agua emplea frascos de porcelana vidriada llenos de solución; las plantas se asientan sobre lechos de fibra de vidrio o un material similar, que se sustenta sobre la superficie del líquido. Las raíces de las plantas atraviesan estos lechos y penetran en la solución. El método menos exacto es el más fácil de emplear. Se utiliza arena gruesa y limpia en vez de tierra, y se vierte sobre ella la solución nutriente a intervalos regulares y en cantidades más o menos iguales. Una versión más refinada es el método del goteo, en el que se mantiene una aportación lenta y constante de nutrientes. El exceso de solución de nutrientes se drena en ambos métodos.
Ventajas de la hidroponía
– Se eliminan el trabajo y la fatiga producidas en la labor del suelo.
– Se dosifican cuidadosamente el riego y la fertilización.
– Desaparecen las enfermedades e insectos propios del suelo ya que no encuentran donde vivir.
– Se hace imposible la germinación de hierbas perjudiciales.
– Gran parte de las operaciones se realizan de forma automática, disminuyendo la necesidad de mano de obra.
– No hay peligro de accidentes climáticos por lo que los rendimientos obtenidos son óptimos.
– Como la planta no debe esforzarse por lograr sus nutrientes, las raíces son siempre muy reducidas puesto que el alimento está a su alcance y las hojas y frutos se desarrollan generosamente.
Los nutrientes
Por medio de la fotosíntesis, las plantas verdes elaboran sus propios alimentos orgánicos; emplean dióxido de carbono y oxígeno como materias primas. Los nutrientes aportados por el suelo a las plantas son en su mayoría sales minerales. Los fisiólogos vegetales han descubierto que las plantas necesitan carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, azufre, calcio, hierro, manganeso, boro, cinc, cobre y, con mucha probabilidad, molibdeno.
Extraen carbono, hidrógeno y oxígeno en grandes cantidades del agua y del aire, pero el resto de los elementos suelen ser aportados por el suelo en forma de sales. Las cantidades relativas de estos elementos necesarias para un crecimiento normal son distintas para cada planta, pero todas requieren proporciones grandes de nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, azufre y calcio. El hierro, el manganeso, el boro, el cinc, el cobre y el molibdeno se requieren en cantidades muy exiguas, y reciben el nombre de micronutrientes.
La prueba de fuego
Durante la Segunda Guerra Mundial se hizo necesario conseguir grandes cantidades de alimentos para los soldados en lugares donde la aridez del suelo hacía imposible el cultivo de legumbres, además del frío o el calor excesivos de algunas zonas, a lo que se sumaba la dificultad del traslado de las provisiones.
Se realizó entonces la primera instalación para cultivo en agua en la isla Ascensión, donde tres meses después se obtuvo una exitosa cosecha. Se realizaron nuevas instalaciones en Goose Bay, Labrador, Iwoshima, Arikson, en la isla Wake, China y Japón.
Algo seguro
El crecimiento de vegetales en medios artificiales está asegurado gracias al conocimiento de las proporciones y concentraciones de los oligoelementos que requieren las plantas, así como sobre otras necesidades en cuanto a su física y química: acidez, alcalinidad, ósmosis y a la aireación especial de la solución nutritiva para complementar la entrada normal de oxígeno
