Los mamíferos acuáticos, en general, tienen pulmones grandes y sistemas venosos complejos para el almacenamiento de gran cantidad de sangre.
MAMÍFEROS ACUÁTICOS
Los mamíferos acuáticos, en general, tienen pulmones grandes y sistemas venosos complejos para el almacenamiento de gran cantidad de sangre.
El volumen sanguíneo de las ballenas y las focas es un 50% mayor por kilogramo de peso que el de los seres humanos; gracias a ello pueden mantener oxigenados los tejidos del cuerpo durante mucho tiempo, sin respirar.
Las ballenas pueden permanecer sumergidas desde 15 minutos hasta más de una hora, según las especies; el elefante marino puede permanecer bajo el agua 30 minutos; en el caso de las focas, cuando se sumergen su frecuencia cardíaca desciende de 150 a 10 latidos por minuto y el contenido de oxígeno de la sangre arterial es del 20% en ese momento. Cuando la cantidad de oxígeno está próxima al 2%, salen a la superficie a respirar.
Los mamíferos acuáticos carecen de glándulas sudoríparas.
Un tipo de glándulas presentes en los mamíferos acuáticos son las sebáceas, que producen una secreción grasienta útil para impermeabilizar el pelaje.
Todos los animales que se deben mover en el agua afrontan limitaciones físicas impuestas por el medio, y tanto los mamíferos acuáticos, como los delfines, y los peces han desarrollado cuerpos con la misma y eficaz forma hidrodinámica.
Las migraciones estacionales también se producen en algunos mamíferos parcial o totalmente acuáticos. La foca de Groenlandia, pagophilus groenlandicus, realiza largos viajes desde Groenlandia hasta las islas Spitsbergen y Jan Mayen donde nacen las crías, y la foca peluda, callorhinus ursinus, nativa de muchas zonas del Ártico, que siempre se dirige a una zona de las islas Pribilof durante la época de cría.
Delfín
Mamífero acuático perteneciente al orden de los Cetáceos, en el que se incluyen también las ballenas y las marsopas. La diferencia entre el delfín y la marsopa es clara: el delfín posee un hocico alargado a modo de pico y dientes cónicos; sin embargo, la marsopa carece de pico, los dientes son aplanados (en forma de azada), y el cuerpo es bastante rechoncho. Su distribución es muy amplia y pueden verse delfines en casi todos los mares del mundo.
Calderones
El comportamiento gregario de los calderones se apoya en una estructura social muy desarrollada, en la que los animales se reúnen en grupos para viajar, alimentarse y reproducirse. El grupo responde a las llamadas de animales heridos y los suelen acompañar a pesar del posible peligro. Este comportamiento puede ser la causa de la facilidad para capturarlos y de los encallamientos masivos en las playas.
Delfines mulares
Pertenecen a un grupo de mamíferos marinos llamados Odontocetos (cetáceos con dientes). El hocico es alargado, la aleta dorsal es alta y la caudal, ancha. Miden al- rededor de 1,2 m de largo cuando nacen y en estado adulto alcanzan un tamaño máximo de entre 3 y 4 metros.
Hay unas 32 especies de delfines repartidos por los océanos y mares del mundo, excepto en las aguas árticas y antárticas. También hay delfines de agua dulce.
Los delfines pertenecen a una gran familia que contiene unas 32 especies.
Entre los ejemplos más conocidos se encuentran: el delfín mular, muy popular por sus espectáculos en los acuarios y el delfín común, inspirador de muchas leyendas populares en el mundo Mediterráneo. Ambas especies son comunes en aguas abiertas; por el contrario, otras sólo se dan en aguas dulces y en estuarios de América del Sur y Asia. El boto, delfín grácil y pequeño, ha llegado a remontar 2.000 km aguas arriba en el río Amazonas. El boto es el delfín más pequeño, con una longitud inferior a 1,2 m; el de mayor tamaño es el delfín mular, que puede alcanzar 3 m de longitud.
A pesar de su tamaño (mide unos 9 m), la orca común o ballena asesina también pertenece a la familia de los delfines, al igual que los calderones.
Los delfines eran cazados en la antigüedad para extraer el aceite que se encontraba en pequeñas cantidades en una zona de su cabeza, y que se usaba como lubricante para ciertos mecanismos de relojería. En la actualidad se han encontrado fuentes alternativas y más baratas para la obtención de estos aceites, por lo que la caza de los delfines ha desaparecido; sin embargo, muchos de ellos quedan atrapados por accidente en las redes de los barcos atuneros; entre 1959 y 1972, se estimó que alrededor de 4,8 millones de delfines habían muerto por esta causa. Con la ayuda de la presión ejercida por ecologistas y consumidores, se ha conseguido que buena parte de las empresas conserveras y del sector del atún rechacen el pescado procedente de flotas que no protejan a los delfines.
Ballena (mamífero), nombre común que reciben los mamíferos acuáticos pertenecientes al suborden Misticetos dentro del orden de los Cetáceos, en el que se incluyen también los delfines, las marsopas y los cachalotes. Son animales de gran tamaño; la ballena azul, posiblemente el animal más grande que haya vivido sobre la Tierra, puede superar los 30 m de longitud. Las ballenas tienen la piel lisa y poseen debajo una gran capa de grasa que actúa como aislante térmico. Se desplazan gracias a su aleta caudal, dispuesta horizontalmente. Han perdido sus extremidades posteriores y las anteriores están transformadas en aletas; algunas especies presentan aleta dorsal.
Carecen de dientes y su boca está provista de unas láminas córneas o barbas, gracias a las cuales filtran el plancton o el krill del que se alimentan. Abren la boca para que penetre la mayor cantidad de agua posible; después, la cierran y presionan con la lengua contra las barbas de forma que el alimento quede atrapado en ellas.
De las ballenas se aprovecha todo: desde su grasa, para obtener aceite, hasta los huesos o su carne, utilizada en la alimentación animal y humana. Por esta razón, han sufrido una caza intensiva que ha llevado a muchas especies al borde de la extinción. La Comisión Ballenera Internacional (CBI), organismo creado en 1949, es la encargada de regular la caza de estos mamíferos.
Sirenios, orden que comprende a los únicos mamíferos acuáticos herbívoros y de ahí su nombre común de vacas marinas.
El orden de los sirenios se divide en dos familias: la familia de los Dugóngidos, con una sola especie viviente, el dugón (Dugong dugong) y la vaca marina de Steller, ya extinguida y la familia de los Triquéquidos, que comprende los manatíes, con un solo género (Triquechus) y tres especies.
Son animales grandes, con cierto parecido a las morsas; pueden medir entre 2,4 y 4,5 m de largo y pesar hasta 450 kg. Tienen una piel gruesa y rugosa, salpicada de pelos o desnuda y hay una capa de grasa debajo de ella. No hay pabellón auditivo externo y los ojos son pequeños. Son animales tranquilos y de movimientos lentos; viven en las aguas cálidas de los océanos tropicales y habitan en aguas costeras, de estuario o fluviales. El hocico parece una trompa truncada y está formado por unos pliegues muy móviles que el animal utiliza para atrapar el alimento y dirigirlo a la boca. Se alimentan de vegetación marina.
El dugón tiene una aleta caudal dividida en dos lóbulos, mientras que la del manatí es ancha y redondeada. El dugón habita en el mar Rojo, el océano Índico y las aguas costeras del norte de Australia.
Los manatíes viven en las aguas cálidas de las costas del océano Atlántico.
Tanto los dugones como los manatíes pueden vivir en ríos y lagos.
La vaca marina de Steller habitaba en el mar de Bering.