Antes de la aparición del papel, la escritura consistía en un incómodo procedimiento de cincelar letras en piedra y grabar palabras...
El Papel
Antes de la aparición del papel, la escritura consistía en un incómodo procedimiento de cincelar letras en piedra y grabar palabras en tablillas de arcilla.
El conocimiento estaba reservado, pues, para unos cuantos privilegiados. El papel contribuyó a que eso cambiara.
Todo comenzó cuando los egipcios hallaron una manera ingeniosa de usar un junco acuático llamado papiro. Cortaban el tallo en tiras delgadas y las alineaban.
Entonces se colocaba otra capa de tiras en ángulo recto con la primera y se pegaba encima de ésta. Luego se martillaba toda hasta quedar plana y se dejaba al sol para que se secara. Como último toque, pulía para darle una superficie relativamente suave para escribir.
Llegó a ser un importante medio de comunicación en tiempos antiguos.
Es cierto que también llegaron a usarse otros materiales para escribir, como la vitela, hecha generalmente de piel de becerro. Pero el papiro se había distinguido. De él se derivaría la palabra “papel” en español.
Alrededor de 105 a.C., los chinos hallaron la manera de fabricar papel utilizando una mezcla pulposa de trapos viejos, corteza de árboles, cáñamo y hasta redes de pescar.
El arte chino de fabricar papel tomó tiempo para esparcirse por el extranjero, pero para el siglo XII llegó a Europa.
Así que cuando Gutenberg comenzó a imprimir la Biblia en el siglo XV, el papel ya había aparecido. El papel dio así impulso al rápido esparcimiento del conocimiento durante el Renacimiento. Pero todavía habría algunos descubrimientos dramáticos en la fabricación del papel. A medida que la demanda de papel aumentaba, el abastecimiento de trapos menguaba. Los hombres entonces comenzaron a concebir la idea de usar troncos de árboles como el ingrediente principal.
No obstante, el problema era hallar una manera fácil de convertir madera en pasta.
El origen de la materia prima
La materia prima utilizada en la fabricación de la pasta de papel consiste principalmente en madera, aunque también se puede utilizar algodón y paja de cereales. La utilización de maderas tiene como consecuencia la deforestación sufrida en muchos bosques primarios sin poder de sustitución. Anualmente desaparecen en el mundo millones de árboles adultos que son talados con destino a las industrias de la celulosa. La selva amazónica es, por esta causa, una de las más amenazadas del planeta así como su biodiversidad, pues la mayor variedad de especies de la Tierra habita en esa región.
¿La fabricación del papel contamina?
El proceso de la fabricación del papel no es inocuo para el medio ambiente, en él están presentes una serie de operaciones físicas y químicas que generan variados productos líquidos y gaseosos que pueden tener graves consecuencias si son vertidos a los ríos o liberados a la atmósfera.
El primer paso en la fabricación del papel es la separación de las fibras de celulosa que componen las materias primas utilizadas. La separación y transformación en pasta de papel se realiza por métodos mecánicos o mediante la adicción de productos químicos basados en el azufre. Para blanquear la pasta de papel se utiliza normalmente dióxido de cloro y lavandina, que en el proceso liberan compuestos organoclorados muy dañinos para el medio ambiente, por ejemplo las dioxinas, que son venenos muy peligrosos cuando entran en las cadenas tróficas. Los efectos citados requieren alternativas ecológicas consecuentes, actuando sobre los procesos de fabricación y el origen de las materias primas, tanto en lo que respecta a la procedencia, como a los productos químicos.
Reciclado del papel
Preparar la pulpa: Se necesitan varios papeles, periódicos, revistas, papel de embalaje, cartón de huevos, etc. Al mezclar varias clases de papel, las texturas suelen ser más interesantes. No es conveniente utilizar sólo hojas de periódico.
Se corta a mano el papel en trozos muy pequeños dejándolos cubiertos de agua por lo menos unas 24 horas. Se aclara el agua para eliminar los restos de tinta. Al echar agua hirviendo el tiempo de remojo se acorta. Al triturar los trozos de papel con ayuda de una batidora de uso doméstico, hacerlo en varias tandas. La pulpa estará lista cuando tenga un tacto suave, debe tener una consistencia suave y cremosa. Si la pasta se espesa demasiado, se puede añadir agua. Hay que evitar triturar durante un tiempo demasiado prolongado, más se deshace la pulpa más cortas serán las fibras y el papel será menos resistente.
Se puede triturar también gamuzas de algodón junto con el papel.
Formar la hoja: Una vez hecha la pulpa, se vierte en un recipiente con agua y se agita suavemente para repartir toda la pulpa. Cuanto más delgada sea la pulpa, más delicada será la hoja de papel. Si ésta se encuentra muy espesa, se añade más agua. Si es más delgada, hay que quitar agua y añadir más pulpa.
Se encaja el bastidor, el marco sin rejilla, en la parte superior. Al introducirlo en el recipiente, se inclina el molde hasta que quede en posición horizontal. Se levanta el bastidor con cuidado, manteniendo el molde en posición horizontal, y se da una rápida sacudida de lado a lado y del frente hacia atrás. Hay que hacer este movimiento antes de que haya drenado toda el agua y la pulpa haya empezado a endurecerse. Esa acción dispersa las fibras evitando que todas queden dispuestas en una misma dirección. Retirar el marco superior cuidando de no dañar el borde del papel, volcar sobre una tela de algodón, presionando y dejando caer la hoja encima del paño.
Secado: Para obtener un buen resultado hay que dejar que el papel se seque durante el tiempo necesario. Para escurrir bien el papel conviene colocarlo en una prensa. Colocar las hojas separadas por una tela de algodón y entre hojas de periódicos y cerrar la prensa. Ésta puede ser reemplazada por dos tablillas colocando sobre ellas un peso. Para acelerar el secado, planchar con sumo cuidado. La forma más habitual de secar el papel es colocándolo sobre una baldosa por ejemplo, y dejar que se seque, o bien colgar la tela con el papel en una cuerda. Cuando el papel esté completamente seco, se lo separa del paño con una espátula. Una vez seco, se puede endurecer aplicando con una brocha cola de conejo. (Se vende en granulados y se diluye calentándola lentamente en agua).
Ventajas e inconvenientes del papel reciclado
Se salvarán árboles y se reducirá la necesidad de plantar en grandes áreas coníferas o meucaliptus (los árboles más ricos en celulosa).
Se reducirá el consumo de agua y energía. El papel reciclado sólo requiere el 10 % del agua y el 55 % de la energía necesarios para obtener el papel a partir de pasta virgen. Se generaría menos de una cuarta parte de la contaminación, incluso teniendo en cuenta las sustancias químicas utilizadas para quitar la tinta del papel.
Un mismo papel se puede reciclar entre tres y ocho veces, ya que las fibras de celulosa se van rompiendo en cada procesado y existe un límite. Por eso se mezcla con pasta virgen en diferentes proporciones.