El girasol se caracteriza por presentar un color amarillo intenso, requiere de mucha luz solar y de agua suficiente para poder crecer, se adapta tanto a los climas fríos como a los climas cálidos y puede llegar a tener alturas de hasta tres metros. Su vida tiende a ser muy corta, apenas seis meses y su flor, de tres meses por lo que, después de ese tiempo, tiende a secarse y se muere.