Un fuego necesita material inflamable, una chispa para encenderlo y oxígeno para que arda. Los bosques arden pero, según los climatólogos, en el futuro tendremos el doble de olas de calor, lo que implicará más incendios. Si a esto le sumamos los rayos, principal causa de los incendios (consecuencia también del cambio climático), el futuro de nuestros bosques es, realmente, incierto.