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16 de Octubre: Día Mundial de la Alimentación

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Fue proclamado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1979.

 

La alimentación es fundamental para la supervivencia humana. La comida es un rasgo que identifica a cada cultura y sirve como vínculo de unión entre las personas. La finalidad de este día es concientizar a los países del mundo sobre el problema alimentario mundial y consolidar la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza a partir de la solidaridad entre las naciones, considerando que la alimentación es necesaria para la supervivencia humana. Los países, los gobernantes, las empresas, la sociedad en general y cada una de las personas pueden tomar medidas para lograr menos hambre y una alimentación más saludable.

 

La Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe está ubicada en Santiago de Chile desde 1955.

 

Bajo el lema “Cambiar el futuro de la migración, investigación en Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural”, este día se conmemora para sensibilizar a la población sobre la importancia de la Alimentación y la gestión adecuada de los recursos agrícolas para solucionar no solo el problema del hambre sino, también, de futuros problemas que puedan derivarse de una mala gestión de los mismos recordando, además, que la agricultura es uno de los sectores más sensibles al cambio climático.

 

Alimentación consciente

 

 

El hecho de dedicar atención plena a la hora de alimentarnos nos permite ser capaces de escuchar nuestras sensaciones, tanto físicas (hambre, saciedad, señales de satisfacción) como mentales y aumentar la atención y consciencia en el proceso de alimentarse. Hay distintos tipos de hambre:

- Visual. Cautiva a través de la vista. Por ejemplo, ver un plato que se considera apetitoso hace que nos impulse a comerlo o a repetir la porción.

- Olfativo. Es aquel que nos impulsa a consumir por la atracción del aroma del alimento.

- Táctil. Aquel que impulsa a comer por el solo hecho de tenerlo a la mano

- Auditivo. Es aquel que se produce por el sonido del alimento. Este tipo de hambre se sacia con el sonido producido al masticar los alimentos.

- Emocional. Es un hambre que está ligado a las emociones, situaciones de estrés, ansiedad, etc., e incita a comer para “reconfortarnos”.

 

Beneficios

 

La alimentación consciente mejora hábitos alimentarios, facilita la digestión, los alimentos se perciben más livianos en el organismo, colabora en el control, aumento o descenso de peso, se logra mayor consciencia acerca de las sensaciones físicas (hambre o saciedad), permite descubrir nuevos sabores e incorporar mejor los nutrientes. Alimentarse con consciencia es saber qué comemos, por qué lo comemos, cómo y cuando lo comemos.

 

 

Es el proceso de darse cuenta de todo lo que nos rodea antes, durante y después de una comida. Implica comer usando todos los sentidos, reconociendo las sensaciones, pensamientos y emociones que surgen relacionados con ella. Consiste en dedicar atención plena a la hora de alimentarnos. De esta manera podemos ser capaces de escuchar nuestras sensaciones, tanto físicas (hambre, saciedad y señales de satisfacción) como mentales. Se trata de tomarnos tiempo a la hora de alimentarnos, sin juzgarnos. De esta manera nos relacionaremos desde otra forma con la comida.

El acto de comer está rodeado de factores distractores, como ver televisión, el uso de celulares, leer, etc., lo que nos lleva a una falta de conexión con nuestro cuerpo, generando un comportamiento alimentario automático y alejado de atención plena a la hora de comer.

 

 

Es recomendable sentir y percibir olores, sabores y texturas de la comida que ingerimos y, de esta forma, involucrar a los cinco sentidos. También, comer despacio, dejando el cubierto entre bocado y bocado, a fin de lograr una mayor concentración, atención y conexión con nuestro cuerpo y mayor saciedad. Es importante tomar consciencia del hambre físico, la saciedad y las señales de satisfacción para decidir qué, cuándo y cuánto comer. Así, reduciremos los momentos en los que comemos por otros motivos que no sean hambre físico.

Una alimentación consciente:

- Permite disfrutar plenamente de una comida y la experiencia de comer.

- Ayuda a construir una buena relación con los alimentos y mejorar hábitos alimentarios.

- Previene comportamientos alimentarios poco saludables como los atracones.

- Ayuda al control y pérdida de peso

 

Hábitos o estilos de vida saludable

 

Son todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental social y ambiental.

 

 

Son hábitos saludables el control de porciones, la hidratación (beber agua suficiente, diariamente), el comer despacio, dejando el cubierto entre bocado y bocado, comer frutas y vegetales de estación y de la zona, la distribución de comidas a lo largo del día, realizar actividad física y/o caminar diariamente, por lo menos 30 minutos, tener descanso reparador, contacto con la naturaleza, cuidar el medio ambiente y la higiene personal y de los alimentos en su preparación.

 

Alimentación emocional

 

Tanto la alimentación como lo emocional guardan una estrecha relación entre sí. Las emociones son factores psicológicos que modifican algunos aspectos de la alimentación como el apetito, lo que se refleja tanto en incrementos como en disminuciones de la ingesta de alimentos y bebidas.

La motivación y la emoción son componentes dinamógenos de la conducta de manera que, más allá de las necesidades fisiológicas como el hambre o la sed, existen diversos elementos ambientales que motivan a un organismo para emitir conductas alimentarias.

 

 

El binomio motivación–emoción es fundamental para comprender fenómenos conductuales. La relación entre salud y emoción alimentaria es que, al presentarse patrones de restricción, privación o sobrealimentación, existe afección al control del peso corporal y ello se asocia el desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión arterial (HTA) y, por otro lado, anorexia –bulimia, incrementando la probabilidad de desarrollar trastornos en la conducta alimentaria.

La Educación en Alimentación y Nutrición es una estrategia para mejorar las condiciones de Salud y calidad de vida.

 

Nutrición Funcional

 

La Nutrición Funcional forma parte de la medicina funcional, que es una ciencia integrativa basada en evidencia científica y que comprende la interacción de todos los sistemas del cuerpo, enfatizando la relación entre la bioquímica, la fisiología, los aspectos emocionales y cognitivos del organismo.

 

 

Cinco principios

 

1. La individualidad bioquímica. Significa que cada abordaje es personalizado porque cada organismo es diferente, ya que tiene un metabolismo, necesidades, desequilibrios y una respuesta a los principios activos de los alimentos diversos.

2. El tratamiento centrado en la persona. Plantea que el estado de salud y de enfermedad es resultado de una sumatoria de factores: alimentación, ejercicio, genética y ambiente.

3. El equilibrio nutricional y la biodisponibilidad de nutrientes. Es uno de los puntos más importantes en el que se diferencia de la nutrición clásica, porque brinda protocolos para tratar y ayudar favorecer que el hígado y el riñón cumplan la función de desintoxicar sin saturar todo el sistema y que el intestino esté sano para absorber correctamente todos los nutrientes que los alimentos nos brindan.

4. La salud como vitalidad positiva. Es el fin último en la Nutrición Funcional, que es lograr el bienestar completo físico, mental y social, dejando de normalizar patologías que creemos cotidianas porque nos habituamos a ellas.

5. La matriz de interconexiones metabólicas. Son las herramientas que se utilizan durante la consulta para el diagnóstico nutricional. Se incluye un cuestionario de rastreo metabólico, donde se analiza cuáles son los síntomas del paciente y si tienen relación con deficiencias nutricionales.

 

 

La Nutrición Funcional se diferencia de la nutrición clásica porque integra al organismo como un todo en el que se tiene en cuenta aspectos físicos, emocionales y del entorno, todo esto con la finalidad de lograr, en la persona, una vitalidad positiva. Este enfoque está centrado en la persona y no en la enfermedad, y trata de buscar la raíz de los síntomas y no, solamente, de solucionarlos.

 

Asesoramiento:

Esp. Lic. María Fátima Ghazoul

Departamento de Educación para la Salud – Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes

Lic. Liz Zarlenga

Gabinete de Nutrición Laboral -Poder Judicial de Mendoza- | Secretaria de AMGraN (Asociación Mendocina Graduados de Nutrición

Lic. Lorena Narpe

13 de octubre del 2023
Categoría: Para el cole
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