El escalofrío es una respuesta del organismo que se manifiesta como una especie de hormigueo que recorre el cuerpo y la piel. El cuerpo tiene una serie de receptores que reaccionan a la vibración y, cuando se genera la movilización de energía, contracciones musculares y piloerección, en conjunto, provocan una estimulación que detecta la piel y se siente como un recorrido. Esta sensación puede darse por un estímulo negativo o positivo. Las razones por las que se eriza la piel son variadas. Entre otras, puede manifestarse con sobresaltos, sustos, tocar ciertas superficies, emoción, temperaturas bajas, agua fría, estremecimiento y alteración en el ánimo.