Según el diccionario, etnia es una agrupación natural de individuos de igual cultura que admite grupos raciales y organizaciones sociales varias.
LAS ETNIAS
Según el diccionario, etnia es una agrupación natural de individuos de igual cultura que admite grupos raciales y organizaciones sociales varias.
La Etnología es la ciencia que estudia las razas y los pueblos. Explica la cultura de un determinado pueblo y las constantes universales que pueden servir para explicar otras culturas.
El planeta Tierra está habitado por más de 6 mil millones de personas. Sin embargo, a pesar de ser distintos, somos todos iguales y pertenecientes a una única especie biológica: el Homo Sapiens.
Los nuevos hallazgos obtenidos en los estudios del genoma humano, indican que los seres humanos somos básica y genéticamente iguales. Sólo nos distinguimos unos de otros superficialmente.
Los científicos afirman que, desde el punto de vista biológico, no existe una clasificación válida para las etnias o razas. No existe ningún grupo humano que sea superior a otro, biológica o genéticamente.
Iguales pero diferentes
Felizmente, los humanos no somos fisonómicamente idénticos. Existe una importante variedad entre nosotros. Hay diferencias en la pigmentación de la piel, el aspecto del rostro o la contextura física, que obedecen a las influencias geográficas, a la distinta alimentación y a otros factores selectivos naturales. Y si incluimos la personalidad, con todos sus sentimientos, y la cultura, con sus oportunidades, podríamos decir que no existe un ser humano que sea igual a otro.
Principales grupos de etnias
La primera clasificación de la humanidad data del año 1770 y distinguía cuatro razas: la blanca o europea, la amarilla o asiática, la negra o africana y la roja, de los nativos de América del Norte.
Los antropólogos, hoy, consideran la existencia de sólo tres grandes etnias: la blanca o caucásica, de piel clara, cabello que va del rubio al negro, liso u ondulado, labios finos, ojos que varían entre el azul y castaño, y estatura media o alta; la negra o negroide, de piel variable entre el moreno oscuro y el negro ébano, cabellos negros, rizados y lanosos, nariz ancha y aplastada y labios gruesos; y la amarilla o mongoloide, de piel que va del color amarillo claro al pardo, pómulos salientes, ojos rasgados, estatura baja y cuerpo fuerte, pelo negro liso, bigote y barba escasos.
Dentro de estos tres grandes grupos, existen otros menores. Algunos han llegado a clasificar hasta 50 diferentes comunidades étnicas.
IMPORTANCIA DE LA CULTURA
Los antropólogos actuales también clasifican a las diferentes etnias desde el aspecto cultural, considerándolas “unidades bioculturales”.
La cultura es, quizás, el factor más importante a considerar a la hora de determinar la conducta y estilo de vida de los grupos humanos. No debemos juzgar a nuestros semejantes por las diferencias anatómicas, pues no son reflejo de lo que llevamos dentro, de lo que importamos como personas.
La historia de la humanidad nos ha dado oscuros ejemplos de discriminación por causa del color de la piel. Uno de esos casos fue el sistema del “apartheid” en Sudáfrica, aplicado entre 1948 y 1994. Esta política clasificaba a la población en tres grupos: blancos, bantús o negros y de color o mestizos.
Cada grupo étnico tenía fijados los lugares de asentamiento, los trabajos que podía realizar y el tipo de educación que podía recibir. También estaba prohibido el contacto social entre las diferentes razas y la participación de los no blancos en el gobierno de Estado. A pesar de que en Sudáfrica ya no existe legalmente la segregación racial, en la actualidad continúan las desigualdades sociales, económicas y políticas entre la población blanca y la negra.
¿QUÉ SE HACE?
Los esfuerzos internacionales para combatir la discriminación han sido casi inexistentes hasta la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas en 1945. Uno de los objetivos de este documento era fomentar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los individuos, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión.
Existen otras organizaciones públicas como la Comisión Europea de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; y organizaciones independientes como Amnistía Internacional, que también luchan contra la discriminación en todo el mundo.
PRIMERAS RAZAS DE AMÉRICA
Según los estudiosos, hace aproximadamente 20.000 años llegaron los primeros seres humanos a América, a través de una especie de puente natural: el estrecho de Bering. Por Alaska descendieron poblaciones predominantemente mongólicas, quienes se asentaron más al sur y se adaptaron a las nuevas condiciones ambientales.
A través de los años, sus descendientes ocuparon todo el continente, hasta Tierra del Fuego, donde actualmente viven sus últimos representantes.
América, es el resultado del aporte de diferentes grupos humanos: los aborígenes, los anglosajones y los grupos provenientes del sur de Europa. La mezcla entre estos diversos grupos étnicos dio lugar a lo que se llamó en nuestro continente “población anglosajona” y “población latina”.
Posteriormente, entre fines del siglo XIX y principios del XX, se produjo una gran corriente migratoria desde toda Europa hacia América. Arribaron millones de extranjeros que se mezclaron con los habitantes del lugar haciendo su aporte étnico.
En la actualidad, en el mundo se produce un gran movimiento de personas de un país a otro, generalmente de los países pobres hacia los prósperos. Estas grandes migraciones y la posterior combinación entre razas están originando constantemente nuevas fisonomías, nuevos rostros.
La ciencia ha demostrado que las variantes hereditarias no tienen límites. Los genes, que poseen toda la información necesaria para que seamos como somos, son los que se encargan de pasar esa información hereditaria de una generación a otra.
Al contrario de lo que antiguamente se pensaba, los diversos grupos humanos pueden entremezclarse indefinidamente, originando una gran variedad de fisonomías.
Según los antropólogos, estos desplazamientos están propiciando un profundo mestizaje a escala planetaria. Las poblaciones y culturas de origen diverso se están fusionando, intercambiando sus genes. Hoy, en nuestras ciudades, contemplamos rostros nuevos y exóticos. De igual manera que las flores, las personas pueden entremezclarse, formando una increíble variedad de fisonomías, aportando cada una sus respectivas y particulares características genéticas, para el enriquecimiento del genoma humano.