La inmunología estudia el sistema inmunológico del organismo
INMUNOLOGÍA
La inmunología estudia el sistema inmunológico del organismo. En un principio esta rama de la medicina estudiaba la defensa o resistencia frente a las infecciones, pero en los últimos 40 años su campo de estudio se amplió y ahora cubre todos los fenómenos y mecanismos que discriminan entre lo propio,- es decir, los mecanismos, moléculas, células y tejidos del cuerpo y todo lo que pertenece a ellos- y lo ajeno al cuerpo, lo que le es extraño (protozoos, hongos, bacterias, micoplasmas y virus).
Respuesta inmunitaria
Es la capacidad que poseen casi todos los animales de organizar una respuesta defensiva contra sustancias ajenas.
Las respuestas inmunitarias se clasifican en innatas (las que ocurren sin exposición previa a la sustancia, el organismo o el tejido ajenos) y adquiridas (las que requieren exposición previa al material ajeno).
Inmunidad innata
Es la capacidad de los animales primitivos, al igual que las especies superiores, de poder generar respuestas inmunes innatas.
La inflamación es la consecuencia que con frecuencia acompaña a la respuesta inmune y su importancia radica en la defensa contra las infecciones o en la protección frente a materiales indeseables; la inflamación es provocada por las células del sistema inmune y de otros sistemas.
El sistema de complemento constituye asimismo una protección importante frente a algunos microorganismos y puede formar parte de la inmunidad innata.
Aunque la inmunidad es relativamente específica, siempre discrimina con claridad entre lo que le pertenece al cuerpo y lo que no, reaccionando rápidamente. Es la primera línea de defensa contra la invasión no deseada y la infección.
Inmunidad adquirida
Existen sustancias extrañas potencialmente peligrosas para el organismo, llamadas antígenos, presentes en algunos organismos. La capacidad para responder específicamente frente a lo ajeno se adquiere por su interacción.
La inmunidad adquirida se basa en la actividad de dos sistemas: humoral (mediada por las inmunoglobulinas o anticuerpos) y de mediación celular que se canaliza a través de los linfocitos T.
Los mamíferos producen cinco clases diferentes de moléculas de inmunoglobulina llamadas G, M, A, D y E.
Todas las clases de inmunoglobulinas están presentes en la sangre, pero la inmunoglobulina G (IgG) es la clase dominante y además es una importante proteína sérica.
Control de desarrollo de la inmunidad adquirida
El sistema inmune adquirido está sujeto a un control riguroso. Los linfocitos B que segregan anticuerpos reciben una fuerte influencia de las células T que ayudan a la respuesta o la suprimen. Estas células T secretan citoquinas y otras moléculas potentes y biológicamente activas que realzan o inhiben la activación, maduración y capacidad para secretar inmunoglobulinas apropiadas de las células B. Estas células B (y células de otros tipos) también secretan citoquinas que modulan la inmunidad. IL- 12 es un potente estimulador de las células killer.
Diversidad inmunológica
El sistema inmune adquirido es capaz de producir anticuerpos y células T que identifican un número muy grande de moléculas distintas con una especificidad notable. Los mamíferos producen cerca de un millón de anticuerpos distintos. La investigación inmunológica da prioridad al mecanismo capaz de lograr esta generación de diversidad. Estos procesos desempeñan una importante función en la generación de diversidad y especificidad del sistema inmune. El desarrollo de inmunidad humoral supone la interacción de antígenos con moléculas IgM o IgD presentes en la superficie de las células B. Esto inicia la activación de las células B que, si disponen de ayuda suficiente de las células T y otros sistemas, determina la maduración de la respuesta y la secreción de los anticuerpos adecuados. Las células T actúan recíprocamente con antígenos por medio de receptores de las células T que presentan similitudes estructurales con las inmunoglobulinas.
Hay mecanismos inmunitarios que destruyen las células tumorales si expresan antígenos que no están presentes en células normales.
Inmunidad y enfermedad
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es la causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El VIH infecta los linfocitos T CD4, un tipo de células blancas de la sangre, produciendo un debilitamiento general del sistema inmunológico; así, la persona afectada se vuelve susceptible de padecer infecciones mortales. La producción de anticuerpos contra los espermatozoides puede causar esterilidad en la mujer.
Las enfermedades conocidas como inmunodeficiencias presentan como característica la insuficiencia de respuesta inmunitaria. Estas patologías afectan a la inmunidad innata o adquirida y a las respuestas humorales o celulares. La inmunodeficiencia variable común es la enfermedad de este tipo más frecuente y consiste en un defecto de la función de las células B que les impide secretar anticuerpos. Los síndromes de DiGeorge y Nezelof son defectos del desarrollo de las células T. La combinación de varias inmunodeficiencias provoca la incapacidad total de organizar respuestas inmunitarias humorales y celulares.
Inmunoquímica
Es una rama de la inmunología que estudia el uso de técnicas bioquímicas y biofísicas para estudiar y utilizar anticuerpos.
Los métodos inmunoquímicos, en particular los que utilizan anticuerpos monoclonales, se utilizan de manera generalizada en muchas ramas de la biología y la medicina.
La importancia de la investigación
La investigación en inmunología ha influido decisivamente en el conocimiento de muchos aspectos importantes de la biología y la medicina. Esta influencia se ha reconocido con la concesión del Premio Nobel a varios inmunólogos.
En la actualidad, la investigación es muy variada y está muy interesada por el estudio de la función de las citoquinas y sus receptores en la modulación de la respuesta inmunitaria y por la clasificación de las diversas funciones de los distintos tipos de leucocitos. La identificación de subtipos de linfocitos T, que dirigen las respuestas humoral y celular y hacen que madure de distintas formas secretando diferentes citoquinas y otras sustancias, está contribuyendo a conocer mejor el control del sistema inmune. El perfeccionamiento de los métodos de producción de anticuerpos monoclonales, incluyendo el uso de la tecnología de ADN recombinante, ha aumentado el potencial de los métodos inmunoquímicos. Se espera que la intensa actividad en el campo del diseño y la producción de vacunas, comprendido el desarrollo de vacunas de ADN, culmine en la elaboración de vacunas mejores y más inocuas para la prevención de un amplio espectro de enfermedades infecciosas y de otro tipo.