La nutrición es la ciencia que estudia los alimentos y los nutrimentos en ellos contenidos, su acción y equilibrio en relación a la....
¿Qué es la nutrición?
La nutrición es la ciencia que estudia los alimentos y los nutrimentos en ellos contenidos, su acción y equilibrio en relación a la salud y a la enfermedad. También estudia el proceso por el que el organismo ingiere, transporta, utiliza y elimina sustancias alimenticias.
La alimentación debe proveernos en cantidad suficiente todos los nutrimentos para crecer, pensar y aprender mejor; para fortalecer los músculos, huesos y dientes, y por supuesto, también, para mayor defensa y resistencia a las enfermedades.
Si bien los alimentos tienen sus respectivas propiedades, ninguno por sí solo las reúne a todas y es por eso que hay que comer de todo un poco y variado para así tener un cuerpo saludable.
Las propiedades que forman parte de los alimentos son:
Vitaminas, son reguladoras de funciones vitales para que nuestro cuerpo funcione bien, y se necesitan diariamente pequeñas cantidades. Las vitaminas se pueden encontrar en hígado, verduras, frutas amarillas y verdes, en cítricos. Existen, aquellas que son liposolubles como la A, D, E, K y las hibrosolubles como la C y del complejo B1, B6, B12.
Minerales, son constituyentes esenciales de las células y líquidos del organismo e intervienen en distintas funciones. La carencia de éstos trae trastornos como falta de calcio y de hierro. Se pueden encontrar en carnes, quesos, lácteos (yogur- leche), verduras de hoja verde, legumbres, espinaca, brócoli y alimentos fortificados.
Agua, es necesaria para todas las reacciones químicas que tienen lugar en el organismo, transporta las sustancias nutritivas a las células, ayuda a la eliminación de los productos de desecho y a regular la temperatura corporal.
La necesidad de ingerir agua diariamente es básica e indiscutible, ya que constituye las 3/4 partes de nuestro peso.
Hidratos de carbono o glúcidos, dan energía para poder realizar todas las actividades. Se encuentran: pan, papas, arroz, pastas, dulces, tortas, azúcar, miel, harinas, cereales (avena, salvado de trigo y otros).
Proteínas, sirven para formar cada una de las células que conforman los tejidos de cada órgano del cuerpo (músculos, corazón, sangre, hígado); reparan los tejidos dañados; forman elementos de defensa contra infecciones y enfermedades. Es la segunda sustancia más abundante en nuestro organismo después del agua. Todos los días se pierden células y con las proteínas se reponen. Éstas se pueden encontrar en: carne, pescado, leche, manteca, huevos, legumbres (lentejas, porotos, garbanzos).
Grasas o lípidos, nos proporcionan energía de reserva. Están representadas por el aceite, la manteca y la crema. Entre éstas se pueden distinguir las de origen vegetal, como el aceite, la margarina y los lípidos contenidos en las frutas secas (nueces, avellanas, almendras, maní) y las de origen animal como la manteca, la crema, la grasa.
¿Se nutre usted bien?
La mala nutricion se debe a los malos hábitos alimenticios; el hecho de comer en el trabajo, de andar todos el día de acá para allá hace que las personas coman productos carentes de las propiedades que el cuerpo necesita; estos alimentos son remplazados por comidas rápidas o por dulces.
Pero una de las principales causas de desnutrición en el mundo es la pobreza. Aunque para muchos no es una preocupación obtener el alimento.
Millones de personas rara vez disfrutan de una comida nutritiva, ya que el 20% de la población mundial padece hambre. Como es el caso de algunos países africanos, donde el problema es endémico; pero también en Asia existe una gran cantidad de personas hambrientas. Incluso en Estados Unidos hay 30.000.000 de personas (el 12% de la población) que no tienen suficiente comida.
Una alimentación deficiente no sólo perjudica la salud, sino que también puede ocasionar la muerte. La desnutrición provocada por hábitos de alimentación infantil inadecuados se cobra un número de víctimas diez veces superior al de los muertos por otras enfermedades.
Junto con la deshidratación diarreica, la desnutrición constituye la principal causa de muerte en todo el mundo. Esto quiere decir que ninguna epidemia, inundación, terremoto ni guerra ha matado nunca a 250.000 niños en una sola semana. Sin embargo, esa es la cifra mundial de niños que fallecen por desnutrición y enfermedades resultantes.
La ingestión suficiente de los alimentos adecuados solucionaría la desnutrición y sus secuelas, entre ellas la anemia. Las ayudas gubernamentales, como los almuerzos escolares y los comedores de beneficencia, pueden paliar las carencias nutritivas en algunas zonas, pero se necesita generar programas para reducir el número de muertes infantiles causadas por la diarrea, la neumonía y el sarampión.
¿Cómo se nota la deficiencia alimentaria?
Las enfermedades nutricionales pueden ser por carencia (falta de aporte) o por exceso (abuso) de alimentación.
Una persona mal alimentada o mal nutrida se presenta con el peso y la talla menores de los normales; labios y boca pálidos; conjuntiva de los ojos pálidas; mayores dificultades en el aprendizaje y falta de concentración, si es un niño, y en un adulto falta de energía para realizar sus tareas. Es por eso es muy importante haber adquirido e incorporado buenos hábitos alimentarios desde nuestra infancia y etapa de desarrollo en el hogar lo que permitirá que en la adultez podamos disfrutar de una mejor calidad de vida, potenciando las capacidades físicas, intelectuales y emocionales.
El dinero no basta
Muchos habitantes de los países en desarrollo necesitan dos y tres empleos para lograr alimentar a los suyos.
Si bien la salud depende hasta cierto punto de lo que se come, una gran parte del presupuesto se les va en ropa, vivienda y transporte.
Afortunadamente, alimentos comunes, como arroz, fideos, maíz, papas y pan, complementados con algo de carne y pescado, son las principales fuentes nutritivas para muchas familias de todo el mundo. Con esa dieta sencilla y aunque no tan económica se puede acabar con el hambre de un país, sólo hay que tener voluntad de hacerlo. De modo que es posible que encuentre comida barata y nutritiva donde vive. O también pudiera cultivar ciertos productos. Tal vez tenga suficiente dinero para alimentar a su familia; ahora bien para conseguir y mantener un buen estado de salud, debe tenerse un conocimiento básico del cuerpo humano y su funcionamiento. Sólo así puede determinarse qué es beneficioso para la salud y qué no lo es.
La educación sobre la salud debe formar parte del aprendizaje de todo individuo.
Es cierto que no vivimos para comer, pero necesitamos alimentarnos para vivir.