Está ubicado frente al edificio de Tribunales Federales de Mendoza y se inauguró en 2010. Su autor es el artista mendocino Daniel Jiménez. Es un friso escultórico en relieve, de grandes dimensiones. En los extremos de la composición se encuentran dos perfiles que representan a un hombre y una mujer, expresando en forma genérica a los desaparecidos en la última dictadura. En la parte inferior, sobre un basamento en forma de talud, hay ocho placas en granito negro, en que están grabados los nombres de los mendocinos detenidos y desaparecidos en Mendoza entre 1975 y 1982.