Lucina Guadalupe Avila Hernandez es la ganadora de esta convocatoria de Revista Tintero, que este año registró una numerosa cantidad de participantes.
Integraron el Jurado Silvina Juri, directora de Edelij, Espacio de Literatura Infantil y Juvenil, Alejandro Frías, periodista y escritor y Alejandro Cobo, responsable de Medios en la Educación y editor de Revista Tintero, de Los Andes.
¡Felicitaciones, Lucina Guadalupe, y muchas gracias por participar!
Lucina Guadalupe Avila Hernandez, ganadora del Concurso “Contá un cuento con Tintero” 2024, 16ª Edición.
Fue como un terremoto| Lucina Guadalupe Avila Hernandez
Cuenta la leyenda que hace miles de años, cuando existían los dinosaurios, había una montaña que, en la cima, tenía un agujero. Los lugareños no se animaban a acercarse porque se decía que, cada vez que alguien lo hacía, se sentían ruidos y movimientos extraños en el suelo y que las personas o animales que estaban cerca, desaparecían.
Los habitantes de la zona decidieron reunirse con los dinosaurios para saber qué sucedía en esa montaña e idearon un plan para poder acercarse ya que, a sus alrededores, había árboles con deliciosas frutas para alimentarse. Los dinosaurios les contaron que allí habitaba la más temida criatura que jamás había habitado la tierra. Era “Volcanosaurio” y no quería que nadie se acercara. Si alguno de ellos lo hacía, explotaba con su furia expulsando fuego y moviendo la tierra. Nunca nadie se había animado a desafiar a “Volcanosaurio”.
No conformes con esto, los lugareños decidieron enfrentar lo y convencieron a los dinosaurios de acompañarlos en el plan ya que, si no, nunca lograrían acercarse al lugar.
Un día fueron al pie de la montaña para tapar ese agujero con enormes piedras, lo que puso furioso a “Volcanosaurio”, y comenzó a moverse la tierra como si fuera un terremoto. Los lugareños huyeron pero los dinosaDesde ese día decidieron no acercarse allí y nunca más se volvió a ver a ningún dinosaurio. Los habitantes llamaron “Volcán” a esa montaña y, cada vez que entra en erupción, todos sienten cómo se mueve la tierra.urios fueron atrapados por un líquido rojo y caliente que comenzó a brotar de la montaña.
Desde ese día decidieron no acercarse allí y nunca más se volvió a ver a ningún dinosaurio. Los habitantes llamaron a esa montaña “Volcán” y, cada vez que entra en erupción, todos sienten cómo se mueve la tierra.
Y colorín, colorado, este movedizo cuento se ha acabado.