El artista belga Jean-Michel Folon creó esta escultura situada en Italia sin saber que con el tiempo se convertiría en uno de sus mejores trabajos como escultor. El hombre de la lluvia es una pieza de bronce que mide más de 3 metros de altura, diseñada para expulsar agua desde su base cayendo por la cima de la estatua, logrando reflejar la forma de un paraguas translúcido que luce muy real, especialmente de noche.