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Fósiles

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Gracias a los fósiles podemos conocer lo que pasó con los animales y plantas más antiguos.

FÓSILES

La palabra fósil significa: sacado de la tierra. Gracias a los fósiles podemos conocer lo que pasó con los animales y plantas más antiguos. Los fósiles son huellas o restos de animales y plantas, que se conservaron durante millones de años en los depósitos sedimentarios. Un fósil puede ser un hueso de dinosaurio, su huella o la de una hoja que ha quedado marcada en una roca.

La mayoría de los fósiles son de animales o plantas que vivían en el agua.

Los encargados de estudiar a los fósiles son los paleontólogos.

¿Cómo se formaron los  fósiles?

Al morir el animal o la planta, sus partes blandas se descompusieron, pero las duras (nervaduras, huesos) quedaron intactas y enterradas bajo sucesivas capas de barro que se acumularon y comprimieron cada vez más. Con el transcurso del tiempo, el barro,

los huesos, las nervaduras se convirtieron en piedra. Los sucesivos movimientos experimentados por la Tierra durante miles de años, sumados a los factores de la erosión, elevaron las capas más profundas y elevaron los fósiles a la superficie.

Clases de fósiles

-Fósil mineralizado: los minerales rocosos han sustituido la materia orgánica original de una planta o animal muerto.

-Fósil molde: el animal o la planta enterrados se pudren y dejan un hueco bajo tierra.

-Fósil formado: el hueco dejado por el animal o la planta se llena de minerales.

-Fósil traza: son los restos fosilizados de excrementos, huellas, etc.

Los fósiles más corrientes

El caparazón del amonite, antiguo animal marino, es uno de los fósiles más corrientes. Era pariente de los pulpos y los calamares. Vivía en todas partes hace unos 250 millones de años. Los ejemplares más pequeños medían menos de 2 cm. de ancho, los mayores superaban los 2 m. Desaparecieron hace 65 millones de años.

Fósil  guía

Reciben este nombre los restos de plantas o animales prehistóricos que aportan información sobre el estrato rocoso en que se encuentran. Se utilizan para determinar la edad de los sedimentos que forman las rocas o el medio ambiente en el que se depositaron tales sedimentos.

Los fósiles guías también se emplean para comparar o relacionar rocas expuestas en lugares distintos.

A los geólogos y paleontólogos les sirven para trazar la historia de los seres vivos y la evolución geológica de la Tierra.

Se llaman también fósiles estratigráficos, fósiles índice, fósiles tipo, fósiles zonales, fósiles característicos y fósiles diagnósticos.

¿Qué información transmiten los fósiles? Los restos fosilizados pueden indicar la edad del estrato rocoso que los contiene. Por ejemplo, una roca que contenga restos fósiles de arqueociátidos, que sólo vivieron durante el cámbrico (hace entre 570 y 510 millones de años) debe haberse originado durante ese período.

Los restos de organismos que sólo vivieron en un medio nos dan características valiosas de dicho medio. Si, por ejemplo, un coral determinado vivía sólo en mares cálidos, limpios y de poco fondo, la roca que contenga sus restos fósiles tendrá que haber estado expuesta a ese medio.

Los fósiles guía también nos muestran las relaciones entre estratos rocosos situados en lugares alejados entre sí. Así pueden parecer idénticos los estratos de caliza expuestos en distintas regiones. Para determinar si formaban parte de un mismo estrato o si correspondían a capas distintas e independientes, los geólogos estudian los fósiles que contienen. Por lo general, cada estrato encierra grupos peculiares de fósiles que lo caracterizan. Por último, algunos fósiles guía pueden demostrar que dos o más tipos de roca distintos se depositaron durante el mismo período geológico. Un lecho de pizarra y otro de arenisca pueden atribuirse al mismo período geológico si encierran los mismos fósiles guía.

¿A QUIÉN PERTENECEN LOS FÓSILES?

Es común que los fósiles sean patrimonio de la nación donde fueron hallados y los museos los depositarios de las piezas; aunque los museos europeos y norteamericanos han acaparado durante años piezas fósiles extraídas en otros países. Los museos guardan los fósiles pero no son meros depósitos. En cada uno de ellos hay un equipo, que tiene mayor o menor cantidad de integrantes, de acuerdo con la importancia de la institución y los fondos de los que dispone, que se dedica a estudiar los huesos, a interpretarlos en relación con las edades geológicas y a establecer su clasificación en el ordenamiento zoológico. Los integrantes del museo también salen en campaña a los lugares donde se cree que se encuentran nuevos yacimientos fósiles, o para volver a explorar los ya conocidos. En los museos también se exhiben al público los fósiles.

Sin embargo hay lugares, como en los Estados Unidos, donde los fósiles le pertenecen al dueño del terreno donde fueron hallados.

LOS COMERCIANTES DE FÓSILES

Los comerciantes de fósiles han hecho grandes negocios en los Estados Unidos, donde se llegó a vender el cráneo de un alosauro por cien mil dólares y se pagó alrededor de un millón de dólares por un esqueleto íntegro de triceratops.

Incluso, se edita un boletín preparado por las compañías de fósiles que dan información a los posibles inversionistas sobre la existencia de huesos viejos en el mercado. Existe gran preocupación entre los paleontólogos del mundo por la moda de poner cosas raras como adornos en las casas ya que esto puede impedir que mucho material de auténtico valor llegue a los museos.

RECOLECCIÓN DE FÓSILES

A medida que los científicos se interesaban por la historia del planeta, fueron tomando conciencia de que el azar y el estudio ocasional de los fósiles no era suficiente para llegar al verdadero conocimiento.

El camino correcto era recolectar materiales, exclusivamente para su estudio. Ese fue el período precursor en la ciencia paleontológica, período en el cual el estudio de los fósiles fue encarado como un tema de investigación con bases científicas. Sin embargo, no se habían concertado programas para la recolección de fósiles. Entonces, con el fin de estudiar los probables recursos de las grandes extensiones, las autoridades crearon verdaderos servicios de exploración, cuyo objetivo principal era conocer la geología de esos sitios. Gracias a esos trabajos realizados se logró descubrir importantes yacimientos fosilíferos.

Los Estados Unidos disponen de fósiles de dinosaurios en un número y variedad que no han sido igualados por ningún otro país. Se trabaja en una nueva modalidad de recolección de fósiles: la cooperación entre instituciones.

Mientras el hombre siga alimentando su curiosidad, la recolección de piezas continuará. De ese modo, los dinosaurios que aún duermen en las entrañas de la tierra llegarán a ocupar un lugar en los museos.

CURIOSIDAD

A veces, el pellejo de un animal se conserva tan bien como sus huesos. Este fue el caso del ictiosaurio, un reptil marino de hace 150 millones de años, parecido a un delfín. Gracias a su fósil podemos saber hoy que tenía una aleta dorsal, una cola de dos lóbulos y docenas de dientes.

21 de mayo del 2017
Categoría: Enciclotin
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