En Argentina se lo reconoce como el “Padre de la Patria”. En Perú, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. En Chile, su ejército lo destacó con el grado de Capitán General.
Juan de San Martín y Gregoria Matorras.
Nació en Yapeyú, Corrientes, el 25 de febrero de 1778. Hijo de Gregoria Matorras y Juan de San Martín, quien era coronel, José fue el menor de cinco hermanos. En 1781, su familia se trasladó a Buenos Aires y, en 1784, a España.
Retrato de niño.
Entre 1789 y 1811 fue cadete en la milicia en el Regimiento de Murcia. Luego, con mayor rango, participó en las campañas de África y Europa. En Londres tomó contacto con la Gran Reunión Americana, sociedad patriótica ligada a la masonería, un grupo que proclamaba la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Buenos Aires
Regimiento de Granaderos a Caballo.
El 9 de marzo de 1812 regresó a Buenos Aires para ponerse a las órdenes del gobierno patriota y al servicio de la emancipación en América. Creó el Regimiento de Granaderos y se convirtió en coronel el 7 de diciembre de 1812. A mediados de ese año fundó, junto con Carlos María de Alvear una filial de la Logia de los Caballeros Racionales o Logia Lautaro. El nombre fue tomado de un cacique araucano que se sublevó en el siglo XVI contra los españoles.
San Lorenzo, el inicio hacia la liberación
Combate de San Lorenzo, óleo de Ángel Della Valle.
El 3 de febrero de 1813, la Batalla de San Lorenzo fue su bautismo de fuego en territorio americano, siendo su primer triunfo en estas tierras. El 29 de enero de 1814 asumió el mando del Ejército del Norte que dirigía Manuel Belgrano. El 10 de agosto de ese año se convirtió en Gobernador Intendente de Cuyo.
Gobernador de Mendoza
Retrato de San Martín, obra de Juan Gil de Castro.
Gobernó Cuyo promoviendo la educación, la industria y la agricultura. Fue nombrado General en Jefe del Ejército de los Andes, que se instaló en el campamento militar de El Plumerillo, en Las Heras. Envió a Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza, delegados por Mendoza, al congreso que se reunió en Tucumán, con órdenes expresas de insistir en la Declaración de la Independencia. La gobernación lo ubicó en un lugar estratégico para desarrollar su plan de liberación aprobado en 1816.
Maestranza de Fray Luis Beltrán, óleo de Paulino Iriarte.
Un cruce glorioso
Batallas de Chacabuco (1817) y Maipú (1818).
Tras organizar al Ejército de los Andes cruzó la cordillera y lideró la liberación de Chile, luego de las batallas de Chacabuco (1817) y Maipú (1818).
En setiembre de 1820, junto con su tropa, desembarcó en la Bahía de Paracas, Perú, para continuar con su plan libertador.
San Martin, obra de Mariano Carrillo.
Luego, utilizando una flota organizada y financiada por Chile, atacó la ciudad de Lima y declaró la independencia del Perú (1821).
Entrevista de Guayaquil.
Finalizó su carrera de las armas luego de la Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar (1822) dejando, en sus manos, el mando de la Gesta Libertadora.
El exilio
San Martín, obra de Edelmiro Volta.
El 11 de febrero de 1824 se embarcó hacia Europa y siguió trabajando para consolidar la independencia. El 23 de abril llegó al puerto francés de El Havre. Su presencia despertó sospechas y sus papeles fueron incautados y revisados por sus antecedentes revolucionarios. El 4 de mayo se embarcó con su hija a Inglaterra y, poco después, se radicó en Bruselas. En 1829 llegó a Buenos Aires pero no desembarcó, negándose a tomar partido en las luchas internas. Regresó a Europa y, en 1830 dejó Bélgica y se trasladó junto con su hija a Francia. En 1834 compró una casa en Le Grand-Bourg.
Un eterno legado
San Martín escribió su testamento, de puño y letra, el 3 de enero de 1844, y dejó todos sus bienes a su hija. También, le pidió que le proveyera una pensión a su hermana María Elena y, en caso de que ella falleciera, se la siguiera pagando a su hija, Petronila. Cedió su sable a Juan Manuel de Rosas y no quiso ningún funeral. Dejó expresada su voluntad de que su corazón fuera depositado en Buenos Aires y solicitó a su hija que continuara con la educación de sus nietas con honradez y cariño.
Daguerrotipo de San Martín a los 70 años (1848).
La ambición de San Martín fue la libertad de América. Por alcanzarla sacrificó todo cuanto tuvo y renunció a la gloria confiando en el juicio de su vida y de sus acciones. El historiador peruano Mariano Felipe Paz Soldán lo describió como "El más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza, y a quien el Perú, Chile y las Provincias Argentinas le deben su vida y su ser político".
Monumento al General San Martin, Plaza San Martín, Buenos Aires.
La estatua de San Martín
Belisario Roldán
Allí está,
Como estuvo allá en los Andes
San Martín
el más grande entre los grandes.
Allí está,
señalando el horizonte
más allá
de las sierras y del monte.
Allí está,
sobre el bronce perpetuado
su mirar
y su gesto de soldado.
Allí está,
para ejemplo de la tierra,
vencedor
en las lides de la guerra
y en la paz
despojado de ambiciones
el que dio
libertad a tres naciones.
