La Theraphosa blondi pesa 170 gramos y se alimenta, principalmente, de artrópodos, usando sus grandes colmillos para morder. Vive en madrigueras debajo del suelo del bosque, que recubre con seda para darle más estabilidad a la estructura. Las hembras ponen entre 50 y 150 huevos en un saco gigante que puede medir más de 30 milímetros de diámetro. Cubren el saco con pelos urticantes para mantener alejados a los depredadores. Estas crías tardan entre dos y tres años en madurar y pasan una cantidad significativa de tiempo viviendo con su madre, en su madriguera, hasta que alcanzan la edad suficiente para valerse por sí mismas. Aunque las hembras pueden vivir hasta 20 años, los machos tienen una esperanza de vida de sólo tres a seis años.