La forma del cuerpo de las jirafas no se presta a moverse a través del agua. Durante mucho tiempo se creyó que, simplemente eran incapaces de nadar. Sin embargo, sí pueden hacerlo. Un estudio científico demostró que una jirafa adulta flotaría en aguas a más de 2,8 metros donde podría nadar si, realmente, lo necesitara.