La razón principal por la que los camaleones modifican su “paleta” de color se debe a sus cambios en el estado de ánimo. Algunos, por ejemplo, cambian a tonos rojos o amarillos para advertir que se sienten amenazados. También cambian de color por la temperatura a un tono que refleje la luz en un momento en el que sol quema, como al mediodía, siendo una buena forma de contrarrestar sus rayos.