Todos los seres vivos necesitan alimentarse. En este proceso intervienen los sistemas respiratorio, circulatorio, excretor y digestivo que transforman, a los alimentos que comemos o bebemos, en nutrientes y energía para nuestro organismo.
El sistema digestivo es un conjunto de órganos que se encargan del proceso de la digestión. Las funciones que realiza, a grandes rasgos, son cuatro:
- Se encarga de transportar los alimentos desde la boca hasta el estómago.
- Segrega jugos gástricos para que estos puedan ser absorbidos.
- Asimila los nutrientes de los alimentos.
- Expulsa los residuos.
Estructura
Su estructura es una de las más complejas del cuerpo humano. Comienza en la cara y finaliza en la pelvis. Tiene una longitud aproximada de entre 10 y 12 metros, lo que implica que es seis o siete veces la longitud del cuerpo. Los diferentes órganos que lo componen cubren la totalidad del tronco.
Boca. Los dientes se encargan de triturar los alimentos. La lengua tiene un papel fundamental y es la que facilita el paso de los alimentos hacia el esófago. La saliva se encarga de destruir las bacterias que tienen los alimentos y, sin ella, sería sumamente complicado digerirlos.
Faringe. Tiene la forma de un tubo. Se encarga de dejar paso al aire hacia los pulmones y, a los alimentos, hacia el esófago. Está conectada con la nariz, la boca, la tráquea y el esófago.
Esófago. Se compone de una vía muscular de, aproximadamente, unos 30 centímetros de longitud. Transporta los alimentos hacia el estómago, siendo muy importante en el proceso de digestión. También forma parte del aparato respiratorio, ya que es la vía mediante la cual se expulsan los gases.
Estómago. Su función principal es almacenar la comida que llega a través del esófago. Así, los jugos gástricos del estómago desintegran los alimentos que consumimos, de manera que estos puedan continuar su camino hacia el intestino delgado.
Intestino delgado. Es el órgano que activa las señales relacionadas con el apetito. Su componente principal es el duodeno, que ingiere los alimentos, al mismo tiempo que absorbe los nutrientes del mismo.
Intestino grueso. Cumple una gran selección de funciones. Por un lado, la generación de heces fecales. Por otro lado, la absorción de agua, así como de potasio y sodio, para evitar que nos deshidratemos. Además, el colon genera anticuerpos esenciales para proteger al aparato digestivo de cualquier tipo de anomalía o enfermedad.
Páncreas. Su principal función es la producción de hormonas que hacen que sea más sencillo digerir los alimentos. Además, se encarga de que los niveles de azúcar en sangre se mantengan en sus valores correctos.
Hígado. Se encarga de producir la bilis, que es muy importante tanto para digerir como para absorber grasas. Además, elimina aquellas sustancias tóxicas que se almacenan en el organismo. Todo ello, sin olvidar que es el órgano que filtra la sangre.
Ano y recto. Son las partes finales del sistema digestivo. Recogen los restos de los alimentos, los almacenan y controlan su expulsión, cumpliendo un papel trascendental.
Las hormonas del sistema digestivo
En el proceso digestivo intervienen varias hormonas:
Gastrina. Estimula los movimientos del aparato digestivo, evitando así lo que se conoce como reflujo gástrico. Además, se encarga de liberar el ácido responsable de la disolución de los alimentos.
Secretina. Estimula la producción de la enzima que absorbe las proteínas y participa en la generación de bilis por parte del hígado.
Colecistoquinina. Interviene en la secreción del jugo pancreático.
Ghrelina. Se encarga de regular el apetito. Envía una serie de señales al cerebro, de manera que permite controlar la cantidad de alimentos que ingerimos.
Péptido YY. Es la hormona encargada de detener los antojos, una vez que el sistema digestivo está satisfecho.
Cómo cuidarlo
El sistema digestivo cumple un papel muy importante en el buen funcionamiento del organismo. El aceite de oliva es uno de los mejores alimentos ya que reduce, de forma notable, la acidez de estómago y, además, tiene un gran efecto laxante.
Es esencial seguir una dieta rica en fibra para evitar enfermedades como el estreñimiento. Las frutas y verduras son fundamentales porque tienen propiedades antioxidantes y aportan una gran cantidad de agua y nutrientes.
Es importante evitar, en la medida de lo posible, el consumo de alimentos grasos. También es muy recomendable evitar las comidas abundantes. La actividad física también resulta de suma importancia para favorecer la salud del sistema digestivo. Actividades como caminar favorecen la movilidad de los diferentes órganos y ayudan a la digestión y eliminación de los alimentos.
Curiosidades
La comida y la gravedad
Una vez que abandonan la boca, los alimentos no "caen" al estómago por la acción de la gravedad. Son los músculos del esófago los que se contraen y relajan (en un movimiento que se conoce como peristalsis) y empujan al bolo alimenticio hacia el estómago.
El sistema digestivo humano y los detergentes
Amilasa salival humana
¿Qué tienen en común el sistema digestivo humano y los detergentes? Ambos contienen proteasas, amilasas y lipasas. Las proteasas se encargan de romper las proteínas. Las amilasas se encargan de los carbohidratos y, las lipasas, de las grasas.
Digestión mecánica y digestión química
El estómago suele ser considerado el gran protagonista de la digestión pero, en realidad, cumple un rol de gran relevancia en la digestión mecánica, ya que es el que se encarga de mezclar los alimentos con los jugos gástricos y de formar, así, una especie de pasta. Pero cuando se trata de la digestión química (es decir, el proceso por el que se sintetizan los alimentos en moléculas) el verdadero responsable es el intestino delgado.
En el mundo animal
Las características del estómago varían de especie en especie. De hecho, hay animales cuyos estómagos tienen varios compartimentos como el de las vacas, las jirafas y los venados. Por otro lado, hay otros seres vivos (como los caballitos de mar y el ornitorrinco) que carecen de este órgano y los alimentos que consumen van, directamente, del esófago a los intestinos.
Autoprotección
Mucosa intestinal
El estómago produce alrededor de dos litros de ácido clorhídrico para eliminar bacterias y favorecer la digestión. Este ácido es sumamente corrosivo incluso para el propio estómago y, por este motivo, debe protegerse de él, a través de la elaboración de una capa de mucus, que se renueva cada dos semanas.
Cifras
La capacidad del estómago es de 1,5 litros y cuando comemos se estira tanto que puede llegar a duplicar su tamaño. Cuando la comida alcanza el estómago, este se comprime cada 20 segundos para mezclarla. Los alimentos pasan de 3 a 4 horas en el estómago, y de 6 a 20 en el intestino grueso. Si extendiéramos, por completo, el intestino delgado de un adulto humano, mediría unos 6 metros de longitud. El área total de su superficie (llena de pliegues y vellosidades) es de 300 metros cuadrados.