Es uno de los mejores medios de transporte que genera beneficios para la salud y el medioambiente.
Entre las múltiples razones ecológicas para usarla, una de las principales es que pasear en bicicleta evita la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, ya que la energía consumida es la generada por nuestros propios movimientos.
Otro de los beneficios es que es un medio de transporte que no emite gases de efecto invernadero. Su fabricación deja mucha menos huella ambiental que la de un auto. El tránsito de bicicletas sobre el asfalto ejerce mucho menos desgaste sobre las carreteras que el automovilístico.
¿Cómo funciona?
La bicicleta es un pequeño vehículo personal impulsado únicamente por la propia fuerza que realiza la persona. Los componentes básicos de una bicicleta son un par de ruedas iguales y ubicadas en línea recta, un sistema de transmisión de pedales, una estructura metálica llamada cuadro que integra otros componentes, un manubrio que es utilizado para controlar la dirección de la bicicleta y un asiento.
Para desplazarse, el usuario utiliza la fuerza de sus piernas, moviendo el sistema de pedales, que hacen girar una cadena la cual, a su vez, hace girar los piñones de la rueda trasera. Por lo tanto, la rueda comienza a girar y la bicicleta comienza a avanzar. El primer modelo fue creado en 1817.
¿Quién fue su inventor?
Se cree que fue Karl Drais. No tenía pedales y era muy rudimentaria, ya que el usuario debía apoyar los pies sobre el piso e impulsarse para trasladarse. Se estima que hoy existen más de 800 millones de bicicletas en el planeta y son utilizadas para trasladarse, practicar deporte o pasear.
Las bicicletas son un excelente medio de transporte de corta distancia ya que implican una actividad física, son ecológicas, económicas y, también, sostenibles. China es el país que cuenta con mayor cantidad de usuarios.