Los elefantes son maravillosos y a nuestros ojos, parecen gigantes. Sin embargo, pesan menos que la lengua de una ballena azul, no pueden saltar y son capaces de localizar agua y de detectar lluvias a distancias de aproximadamente 250 kilómetros. También tienen un sistema intuitivo de comunicación ya que, cuando un miembro de la manada encuentra alguna reserva avisa, mediante gruñidos de baja frecuencia, al resto de la manada.