Los koalas y los humanos tienen huellas dactilares similares. Lo más sorprendente es que son tan similares a las nuestras que es, prácticamente imposible, diferenciarlas. Aunque comúnmente se les llama oso koala, pues tienen la apariencia de suaves osos de peluche, no son osos ni están emparentados con ellos. Al igual que los canguros, son marsupiales y su nombre significa color ceniza.