Los gatos no pueden percibir los sabores dulces. Su lengua está formada por pequeños “ganchos”, que les son útiles para atrapar y desgarrar el alimento. Con 32 músculos en cada oreja, éstas funcionan como una especie de antenas parabólicas dirigibles hacia la fuente del sonido. Pueden percibir sonidos aproximadamente dos octavos más altos que el hombre. Tienen cinco dedos en cada una de sus patas delanteras, y solo cuatro en las traseras. Si un gato cae desde un séptimo piso, tiene alrededor de un 30 por ciento menos de posibilidades de sobrevivir que si cayera desde un vigésimo piso. Se estima que el gato tarda, en su caída, unos ocho pisos en percatarse de lo que ocurre, relajarse y corregir su postura para caer sobre sus patas.