En este día se recuerda a las víctimas de la represión ilegal de la última dictadura (1976-1983), con el propósito de fortalecer la defensa de los derechos humanos y promover la valoración de la Democracia, la libertad de expresión y el estado de derecho.
Argentina, 1976, 24 de marzo. Un golpe de Estado derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón e instauró una dictadura que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983 a través de una Junta Militar encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Massera (Armada) y Orlando Agosti (Fuerza Aérea).
María Estela Martínez de Perón, presidente de la Nación al momento del golpe de Estado de 1976 y Emilio Massera, Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti, integrantes de la Junta Militar.
Se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” e impuso represión dirigida a amplios sectores de la sociedad a través de secuestros, asesinatos, torturas, censura a los medios de comunicación, suspensión de las garantías constitucionales, prohibición de los partidos políticos y persecución de varios de sus principales dirigentes. El terror se utilizó como instrumento de disciplinamiento social y político de manera constante. La dictadura no admitía ideas contrarias al proceso puesto en marcha y, por ello, gran cantidad de personas fueron detenidas en centros clandestinos y ejecutadas. Otro de sus mecanismos fue el de la apropiación de los bebés de madres detenidas.
Madres de Plaza de Mayo
A todas las Madres, obra de Norma Beatriz Diaz
¿Qué es un golpe de Estado?
Es una usurpación ilegal y violenta del poder de una nación por parte de un grupo que pretende, mediante la fuerza (un atentado o un ataque ilegal y brusco a las normas de organización, de funcionamiento o de competencia de las autoridades), apoderarse del poder. Esta usurpación es llevada a cabo por una persona o una minoría que actúa de acuerdo con un plan trazado, previamente, con minuciosidad, rapidez y eficacia, para lograr el fin perseguido. Entre 1930 y 1983 Argentina vivió seis golpes de Estado, con pequeños períodos democráticos, que interrumpieron la vida constitucional del país.
Presidentes destituidos por golpes de Estado entre 1930 y 1966: Hipólito Yrigoyen (1930), Ramón Castillo (1943), Juan Domingo Perón (1955), Arturo Frondizi (1962) y Arturo Illia (1966).
El primero fue en 1930, cuando el gobierno de Hipólito Yrigoyen fue derrocado por las fuerzas de José Uriburu. Trece años después (1943), nuevamente, el poder en manos militares tuvo a los generales Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell como máximas autoridades, sucesivamente, quienes destituyeron a Ramón Castillo. En 1955, Juan Domingo Perón cayó bajo las fuerzas de Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu. En 1962, Arturo Frondizi fue destituido de su cargo por las fuerzas encabezadas por José María Guido. En 1966, Juan Carlos Onganía derrocó a Arturo Illia y, por último, el 24 de marzo de 1976, llegaron los peores años marcados por la represión con cuatro juntas militares sucesivas y cuatro presidentes de facto (Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone).
Monumento a la Memoria (Paraná, Entre Ríos), de Amanda Mayor, inaugurado el 16 de septiembre de 1995.
Censurados
Muchos libros, revistas, discos, películas y ensayos, entre otros, tanto de argentinos como de extranjeros, fueron prohibidos, ya que la dictadura consideraba que las ideas que profesaban atentaban contra sus principios.
Escritores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Eduardo Galeano, la cantante Mercedes Sosa y los actores Marilina Ross, Luis Brandoni, Héctor Alterio y Norma Aleandro, entre otros, fueron prohibidos a partir del golpe de Estado de 1976.
Algunas obras literarias prohibidas: Un elefante ocupa mucho espacio (1975), de Elsa Bornemann, Pelusa rumbo al sol (1976), de Enrique Medina y Norma Bonet y Truck sale de paseo (1975), de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes.
Canciones prohibidas
En agosto de 2009, el Gobierno Nacional divulgó, por primera vez, una lista de 150 canciones cuyas letras se consideraban “no aptas para ser difundidas por los servicios de radiodifusión”. Entre los temas prohibidos se encontraban los artistas argentinos León Gieco, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Cacho Castaña, Horacio Guarany, María Elena Walsh, Horacio Guarany, Eladia Blázquez, Astor Piazzola, Alberto Cortez y Palito Ortega, junto con melodías escritas por músicos y bandas procedentes de otros países, como Eric Clapton, Víctor Jara, Roberto Carlos, Camilo Sesto, Alfredo Zitarrosa, Joan Báez y José Luis Perales, y las bandas Pink Floyd y Queen. Las canciones censuradas no sólo tenían un mensaje político sino que, también, figuraban temas melódicos, románticos, del rock local y hasta aquellos que usaban, en su letra, el lunfardo.
Los censores prohibieron la difusión de la canción Viernes 3 a.m., del álbum La grasa de las capitales (1979) de Serú Girán, banda formada por Charly García, Oscar Moro, David Lebón y Pedro Aznar.
El Parque de la Memoria fue construido por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en homenaje a los detenidos-desaparecidos durante la dictadura hasta la recuperación de la Democracia. La obra sin título realizada por Roberto Aizenberg trata de tres figuras que evocan a Martín, José y Valeria, hijos de su pareja, quienes fueron secuestrados y desaparecidos.
CoNaDeP
Las políticas económicas de la dictadura promovieron la importación de productos hechos en el exterior y destruyeron la industria nacional. Esto implicó que miles de trabajadores perdieran su trabajo y que bajaran los salarios. El pedido de préstamos al exterior generó un aumento de la deuda externa del país que, en esos años, creció enormemente. Al mismo tiempo, se dejó de invertir en salud, educación y vivienda, lo que empeoró las condiciones de vida de amplios sectores de la población.
A partir del retorno de la Democracia con Raúl Alfonsín (1983), se creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CoNaDeP), encargada de investigar las desapariciones y los crímenes que sucedieron entre 1976 y 1983. Los datos de esta investigación fueron registrados en el libro “Nunca más” y permitieron juzgar a los culpables de violar los derechos humanos.
Mural por la Memoria, la Verdad y la Justicia emplazado en el Patio de la Memoria del Palacio de Hacienda, en Buenos Aires, realizado por integrantes de la cátedra de Muralismo y Arte Público Monumental de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.
Dos películas para entender aquel tiempo
La historia oficial (Luis Puenzo, 1985)
Alicia es una profesora de Historia y junto con su marido Roberto adoptan una niña a la que llaman Gaby. Al regresar la democracia, en 1983, Alicia sospecha de que su niña es, en realidad hija de desaparecidos. Decidida a entender mejor lo ocurrido y la verdad sobre el origen de Gaby, la protagonista deberá, primero, enfrentarse a Roberto quien, a su vez, empieza a tener problemas debido a su pasado, por haber participado en negocios oscuros durante la dictadura.
Argentina, 1985 (Santiago Mitre, 2022)
En 1983 llegó a la presidencia Raúl Alfonsín, quien decretó que Videla y todos los jefes de sus juntas militares fueran juzgados. La película se centra en el proceso judicial y en cómo el fiscal Julio César Strassera, Luis Moreno Ocampo y su joven equipo jurídico consiguieron obtener una causa civil, en el llamado Juicio a las Juntas, en lugar de un juicio ante una corte marcial, que exigían los militares.
Para pensar
La Democracia se construye entre todos, y todos los días. Tenemos que cuidarla y defenderla porque, dentro de ella, se respetan nuestros derechos y hay mayores posibilidades de justicia y libertad. Para esto, es importante recuperar una memoria reflexiva para comprender el presente y generar acciones en una sociedad más justa e igualitaria.