Se instituyó en 2002 a partir de la Ley Nº 25.633, para recordar a las víctimas de la represión ilegal de la última dictadura y promover la valoración de la Democracia.
Un golpe de Estado es la usurpación violenta e ilegal del poder de una nación por parte de un grupo que pretende, mediante la fuerza, sustituir o derrocar al régimen existente, a través de un atentado, un ataque ilegal y brusco a las normas de organización, de funcionamiento o de competencia de las autoridades con el fin de apoderarse del poder y suele ir acompañado de violencia. Lo ejecutan personas que actúan de acuerdo con un plan trazado previamente, con minuciosidad, para lograr el fin perseguido y toda garantía constitucional es suspendida.
Entre 1930 y 1983 Argentina vivió un largo período marcado por seis golpes de Estado (1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976) que interrumpieron su vida democrática.
Un triste día
Emilio Massera, Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti, integrantes de la Junta Militar de 1976.
El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas de nuestro país derrocaron a la entonces presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón. Del mismo modo destituyeron a los gobernadores de las provincias, disolvieron el Congreso Nacional, las Legislaturas Provinciales y removieron a los miembros de la Corte Suprema de Justicia. En suma, clausuraron las instituciones fundamentales de la vida democrática.
Madres de Plaza de Mayo
Este gobierno se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” e impuso una represión cruel dirigida a amplios sectores de la sociedad argentina a través de secuestros, asesinatos, torturas, censura a los medios de comunicación, prohibición de los partidos políticos y persecución de varios de sus principales dirigentes. Otro de sus mecanismos fue el de la apropiación de bebés. Los detenidos en centros clandestinos fueron conocidos como “los desaparecidos” y gran cantidad de ellos fueron ejecutados.
Todo está guardado en la memoria | Expresiones artísticas que recuerdan a las víctimas
Películas para comprender aquel tiempo
La historia oficial (1985, de Luis Puenzo), La noche de los lápices (1986, de Héctor Olivera), Kamchatka (2001, de Marcelo Piñeyro) y Verdades verdaderas. La vida de Estela (2011, de Nicolás Gil Lavedra).
Prohibido expresarse
Muchos libros, revistas y ensayos, entre otros, tanto de escritores argentinos como de extranjeros, fueron prohibidos y retirados de bibliotecas y librerías para ser quemados por las mismas fuerzas militares, ya que consideraban que las ideas que profesaban atentaban contra sus principios. Entre estos autores se encontraban Osvaldo Bayer, Julio Cortázar y Eduardo Galeano. Entre los artistas, Lautaro Murúa, Bárbara Mujica y Mercedes Sosa.
Monumentos
Monumento a los caídos de Margarita Belén, Chaco.
Parque de la Memoria (Buenos Aires).
Monumento a la Memoria, Paraná, Entre Ríos.
Museo de la Memoria, Rosario.
El fin y la verdad
Las políticas económicas de la dictadura tendieron a la destrucción de la industria nacional y a promover la importación de productos hechos en el exterior. Esto implicó que miles de trabajadores perdieran su trabajo y que bajaran los salarios. También se pidió préstamos al exterior y, como consecuencia, aumentó la deuda externa del país que, en esos años, creció enormemente. Al mismo tiempo, se dejó de invertir en salud, educación y vivienda y esto empeoró las condiciones de vida de amplios sectores de la población.
El 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín asumió la presidencia mediante sufragio, cerrando este sombrío capítulo de la historia que comenzó el 24 de marzo de 1976. Durante su gobierno se creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CoNaDeP) que investigó los crímenes que sucedieron entre 1976 y 1983. Los datos obtenidos fueron recopilados en el libro “Nunca más”, que formaron parte de las pruebas que se utilizaron en los enjuiciamientos a todos aquellos integrantes de las fuerzas armadas que violaron los derechos humanos.