Aunque suene raro, se trata, en realidad, de una especie de dentadura denominada dentículos, que usan para perforar y succionar la sangre de los seres que pican. Esto solo lo hacen las hembras, ya que la sangre es una fuente de proteínas útil para alimentar a sus crías. Los machos sobreviven nutriéndose del néctar de las plantas u otras sustancias dulces.