Es omnívoro y su alimentación es parecida a la de las ratas, los ratones y otros roedores.
Podés alimentar a un hámster con verduras como zanahoria, calabacín, pipas de girasol y pipas de calabaza, aunque estas dos últimas tienen un alto contenido en ácidos grasos por lo que se debe limitar su uso, ya que pueden causarle obesidad.
La lechuga es uno de los alimentos frescos que suele gustarle pero también es el que puede provocarle mayores problemas en el intestino si no regulás la cantidad o si no está bien lavada.
Entre las frutas encontramos la manzana, las ciruelas y la pera. Todas deben ser proporcionadas en trozos pequeños para que las sujete y mastique sin problemas. Los frutos secos también son adecuados porque le proporcionan un pelaje denso y brillante.
Prefiere comer desde el suelo de la jaula y no desde recipientes que contengan el alimento. Es importante retirar los restos para evitar que entren en estado de descomposición. Por último, debe tener siempre agua fresca, en un tubo de cristal o metal y en una posición baja, para que pueda alcanzarlo.