Como bien indica su nombre, no tiene luz. No absorbe ni emite radiación, por lo que no puede verse directamente. Los científicos saben que existe por el efecto gravitacional que ejerce sobre otros elementos con materia y sobre la estructura del universo y creen que está compuesta de partículas masivas que interactúan de forma muy débil entre ellas y, precisamente por esta razón, nunca han podido detectarse.