Nuestro planeta es maravilloso. Compartimos diez datos fascinantes que te sorprenderán.
La Tierra no es una esfera perfecta
Habitualmente, se representa a nuestro planeta como una esfera perfecta, pero esa no es su forma precisa. La Tierra está achatada en los polos, por lo que su forma se asemeja más a una elipse que a una circunferencia. Como sucede en otros planetas, el efecto de la gravitación y de la fuerza centrífuga producida por la rotación sobre su eje genera el aplanamiento polar y el ensanchamiento ecuatorial. Así, el diámetro de la Tierra en el ecuador es unos 43 kilómetros mayor que el diámetro de un polo a otro.
Edad
El primer científico que logró medir con precisión la edad del planeta fue el geoquímico estadounidense Clair Cameron Patterson. Para su cálculo, decidió medir la edad de algunos meteoritos bajo el supuesto de que estos debían tener una longevidad similar a la de la Tierra. De este modo, con ayuda de un espectrógrafo de masas, fijó la edad de nuestro planeta en aproximadamente 4540 millones de años. Aunque el cálculo de Patterson fue bastante exacto (pues su medición coincide con las actuales), un estudio firmado por John Rudge en 2010 precisó, con nuevos métodos de medición la edad de la Tierra en 4470 millones de años.
Es radiactiva
En total, la Tierra genera hasta 40 teravatios de calor, la mitad de los cuales procede de la desintegración radiactiva de su núcleo. Los científicos midieron las partículas llamadas antineutrinos que salían del núcleo de la Tierra y descubrieron que la mitad de su calor se genera a través de la desintegración radiactiva de ciertos elementos. La mayor parte del calor interno que mantiene a la Tierra como un planeta vivo y vibrante proviene de la descomposición radiactiva de elementos como el torio, el uranio y el potasio.
Su interior no es sólido
Pese a lo que pueda pensarse, el interior de la Tierra no es sólido. Al contrario, su consistencia es semisólida o "blanda" debido a las altas temperaturas y presiones. Esta condición es la que permite que el manto fluya y se mueva a lo largo de escalas de tiempo geológicas, lo que es responsable de fenómenos como la tectónica de placas, la actividad volcánica y los terremotos.
Es el único planeta conocido con vida
Actualmente, existen alrededor de 1,2 millones de especies de animales catalogadas, aunque los científicos creen que ese es solo un pequeño porcentaje del total. La vida en el planeta ha estado presente durante buena parte de sus más de 4400 millones de años gracias a sus propiedades físicas, su historia geológica y su órbita.
Atacama es el lugar más seco
El desierto de Atacama, en Chile, es considerado como el lugar más seco de la Tierra, con la única excepción de los valles secos de la Antártida. Esta vasta extensión de territorio se extiende por más de 1 millón de kilómetros cuadrados y recibe un promedio de menos de 1 milímetro de lluvia por año. El clima severo se debe a una combinación de factores que incluyen la presencia de la cadena montañosa de los Andes, la presencia de la corriente fría de Humboldt en alta mar y la falta de vientos que transportan humedad.
El agua cubre más del 70 % por ciento
El agua se encuentra en estado sólido, líquido y gaseoso y cubre las tres cuartas partes de la superficie terrestre en forma de pantanos, lagos, ríos, mares y océanos. Estos últimos contienen alrededor del 97 % de toda el agua del planeta.
La estructura viviente más grande
La Gran Barrera de Coral, situada frente de las costas de Australia, es la mayor estructura formada por organismos vivos del planeta, hasta el punto de que es la única que puede verse desde el espacio.
El verdadero pulmón del planeta está en los océanos
La mayor producción de oxígeno se produce por el fitoplancton, un organismo celular que flota en zonas del océano donde incide la luz, que es capaz de producir entre el 50 y el 85 % del oxígeno que se libera en el mundo y que va, directamente, a la atmósfera. El Amazonas aporta el 20 % del total del oxígeno.
¿De dónde viene el nombre del planeta “Tierra”?
Madre Tierra, obra de Edward Burne-Jones.
La palabra “Tierra” viene del latín Terra, que hace referencia a una deidad romana, siendo Gea su equivalente en griego. Ambas divinidades están relacionadas con la fecundidad. La palabra evolucionó hasta convertirse en la palabra “Tierra”, que conocemos actualmente.