El Congreso de Tucumán fue el escenario en el que los diputados sesionaron y debatieron para proyectar una nueva nación, trazando los primeros lineamientos de lo que, luego, sería la Argentina.
Después de mayo de 1810 comenzaron las discusiones sobre cuándo y cómo se declararía la Independencia. Las sesiones del congreso convocado en Tucumán dieron inicio el 24 de marzo de 1816, con Ignacio Álvarez Thomas como Director Supremo, en la casa de doña Francisca Bazán de Laguna. Pronto, Álvarez Thomas renunció y, el 16 de abril, fue reemplazado por Antonio González Balcarce que, también renunció. El 3 de mayo, Juan Martín de Pueyrredón ocupó este cargo, con el objetivo de pacificar y unir a todo el territorio. Las provincias enviaron sus diputados, incluyendo algunas del Alto Perú, por entonces en manos realistas. No participaron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental.
El acto fue presidido por los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en la casa de doña Francisca Bazán de Laguna.
Los diputados que hicieron historia
Buenos Aires: Pedro Medrano, Juan José Paso, Antonio Saenz, José Darregueyra, Cayetano José Rodríguez, Tomás Manuel de Anchorena y Esteban Agustín Gascón.
Alto Perú: José Mariano Serrano, Pedro Ignacio de Rivera, Mariano Sánchez de Loria y José Andrés Pacheco de Melo.
Córdoba: José Antonio Cabrera, Luis Jerónimo de Salguero de Cabrera y Cabrera, Eduardo Pérez Bulnes y Miguel Calixto del Corro.
Pedro Ignacio de Castro Barros (La Rioja), Teodoro Sánchez de Bustamante (Jujuy) y Juan Martín de Pueyrredón (San Luis).
Mendoza: Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza.
Catamarca: Manuel Antonio de Acevedo y José Eusebio Colombres Thames.
Salta: Mariano Boedo y José Ignacio de Gorriti.
San Juan: Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso de Laprida.
Santiago del Estero: Pedro Francisco de Uriarte y Pedro León Gallo.
Tucumán: Pedro Miguel Aráoz y José Ignacio Thames.
Camino al Congreso
En aquellos tiempos, los viajes de una ciudad del antiguo virreinato a otra eran largos e incómodos y, los caminos, de tierra y mal mantenidos. Durante la época de lluvias casi no se podía transitar, de modo que viajar en esas condiciones era bastante peligroso. De tanto en tanto, los viajeros hacían paradas en el camino, en lugares especiales llamados “postas”, donde comían algo y descansaban. Mientras tanto, se cambiaban los caballos cansados por otros, se cargaba agua fresca y se arreglaba algún desperfecto del vehículo.
La carreta era el principal medio de transporte. Tirada por bueyes, avanzaba a 3 kilómetros por hora y los viajes duraban semanas o meses.
Un proyecto para todos
Tras una serie de medidas y después de arduas discusiones acerca de la forma de gobierno, el 9 de julio de 1816 se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Los diputados Esteban Agustín Gascón, Teodoro Sánchez de Bustamante y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos, cuyos puntos fundamentales, fueron:
- Comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión y, así, enfrentar al enemigo externo.
- Declarar la Independencia.
- Discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas.
- Elaborar un proyecto de Constitución.
- Preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia, proveyendo de armamentos a los ejércitos patriotas.
Después de tres meses y medio de sesiones, el Congreso proclamó, este día, la existencia de las Provincias Unidas de Sud América, una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones. El diputado sanjuanino Francisco Narciso de Laprida preguntó: "¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?"
Todos los diputados contestaron afirmativamente. De inmediato, se labró el Acta de la Emancipación, una idea que refiere al momento en que un sujeto es capaz de asumirse como tal ante sí y ante los otros, no solamente en el ámbito privado sino en la vida social, política e histórica. La Independencia, concebida como “emancipación”, aparecía como el deseo social de vivir sin tutela.
¿Qué significa “ser independientes”?
La Independencia consolidó un nuevo grupo dirigente integrado, mayormente, por americanos descendientes de españoles. Este grupo convocó a otros sectores a sumarse a sus luchas, en el marco de un nuevo horizonte para pensar la libertad y la igualdad que posibilitara nuevas oportunidades para la demanda de derechos de distintos grupos, brindando oportunidades antes desconocidas.
Sala donde se desarrolló el congreso, en la actualidad.
La Independencia transformó la vida de las personas porque legitimó los deseos de libertad individual y de igualdad jurídica. También habilitó aspiraciones de mayor igualdad social, con el protagonismo y la participación popular como la que tuvieron, con todas sus tensiones, los esclavos, los negros, los indígenas, los pardos, los gauchos y los americanos descendientes de españoles.
La Casa de Tucumán, a través del tiempo
La Casa Histórica de la Independencia sufrió diversas intervenciones y fue demolida en 1904 para conservar, solamente, el Salón de la Jura, protegido por un pabellón de estilo francés llamado “Templete”. Cuarenta años después se impulsó su reconstrucción para albergar el Museo de la Independencia. En la década de 1980 se incorporó la Biblioteca Tucumana, origen de la Biblioteca del Museo y, luego, se crearon el Archivo de Documentos, la Fototeca y el Archivo Periodístico. En la década de 1990 se realizaron nuevas modificaciones generales siendo la que, actualmente, conocemos.
