Giuliana Ferreyra Mercado es la ganadora de esta convocatoria de Revista Tintero, que este año registró una numerosa cantidad de participantes.
Se entregaron los premios del Concurso “Contá un Cuento con Tintero” 2022, 14ª Edición a los ganadores y menciones especiales, cuyas producciones serán publicadas en Revista Tintero en enero y febrero de 2023. La ganadora fue Giuliana Ferreyra Mercado. Las menciones especiales recayeron en Isabella Estelrich, Alvaro Lionel Bozo y Yanina Anyelen Rodriguez. Todos recibieron libros y material didáctico. Los cuentos serán publicados en enero de 2023 en la revista.
Giuliana Ferreyra Mercado, ganadora del Concurso “Contá un cuento con Tintero” 2022, 14ª Edición.
Isabella Estelrich, Mención Especial del Jurado.
Alvaro Lionel Bozo, Mención Especial del Jurado.
Yanina Anyelen Rodriguez, Mención Especial del Jurado.
Integraron el Jurado Silvina Juri, directora de Edelij, Espacio de Literatura Infantil y Juvenil, Alejandro Frías, periodista y escritor y Alejandro Cobo, responsable de Medios en la Educación y editor de Revista Tintero, de Los Andes.
¡Felicitaciones y muchas gracias por participar!
El texto ganador
En esa casa antigua | Giuliana Ferreyra Mercado
Antes era todo de color rosa. Mi familia y yo vivíamos en una casa hermosa con un parque espectacular. Pero, como es sabido, las rosas se marchitan. Eso mismo me pasó a mí cuando mamá murió.
Nos mudamos a una casa muy distinta. Era gris, oscura, sin alegrías. Yo soy la menor de tres hermanas. Me dicen Flor.
Lucía, la mayor, siempre trató de ser fuerte pero, a escondidas, las lágrimas caían sobre su rostro. Yo la abrazaba pero, era en vano.
Han pasado quince años desde aquel triste acontecimiento. Ya casi no recuerdo la risa de mamá, ni sus gestos.
Un día, camino a mi trabajo, vi una casa hermosa con un cartel que decía: “SE VENDE”. Como tenía tiempo, bajé de mi auto. Pasé la pequeña reja que separaba la casa de la vereda. El corazón se me salía del pecho. Un temblor me sacudió de pies a cabeza. En esa casa antigua había pasado los mejores años de mi vida. Recuerdos de todos los colores volvían a mí: cada risa de mi madre, cada juego, cada aventura, cada gesto…
Cuando la mujer que tenía en venta la casa abrió la puerta, le hice la tan ansiada pregunta. Me contestó que la casa acababa de ser vendida. Mi tristeza fue inmensa.
Desde entonces, cada vez que puedo, salgo más temprano hacia mi trabajo y me quedo observando, inmóvil, esa casa antigua.