Con más del 75 por ciento de agua, esta exquisita fruta carece de grasas y proteínas y, por su contenido en bromelina, resulta muy adecuada para la circulación, ya que este componente disuelve los coágulos que puedan formarse. Con su consumo se disminuye la presión sanguínea elevada, es fuente de vitamina C, aumenta las defensas, favorece la absorción del hierro de los alimentos y colabora en la formación de colágeno, huesos y dientes. También fortalece el sistema inmunológico y ayuda a la creación de glóbulos rojos y blancos, favorece la actividad muscular y al sistema nervioso.