Se distingue por su cabeza y cuello gris, su pecho rojizo y sus flancos blancos listados con negro. Se alimenta de pastos suaves, lo que lo convierte en un visitante no deseado de jardines, campos de golf y zonas rurales.
Habita en praderas de pasto corto, en los bosques cercanos a orillas de ríos y alcanza una longitud de 62 centímetros.
Cuando se encuentra en pareja defiende su territorio ante intrusos, entablándose batallas entre los machos con golpes de alas y picotazos. Construye su nido con pasto forrándolo con abundante plumón en el suelo del bosque o en huecos de árboles cerca de lagos y ríos. Una vez nacidos los polluelos son cuidados celosamente por sus padres y, transcurridos los 90 días, están en condiciones de volar.
Es de vital importancia comprender que, si bien sus poblaciones hoy se encuentran estables, pueden verse afectadas por cualquier alteración en los ambientes donde habitan.