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Salud bucal: Cuidados para una dentadura sana

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El cepillado, tres veces por día, la reducción del consumo de dulces y una visita al odontólogo cada seis meses son hábitos recomendables para una dentadura saludable.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud bucodental es definida como la ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades de las encías, caries, pérdida de dientes y otras patologías y trastornos que limitan, en la persona afectada, la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, al tiempo que repercuten en su bienestar psicosocial.

 

Higiene

 

Para obtener una linda sonrisa, el cepillado debe convertirse en una actividad cotidiana al levantarse, después de cada comida y antes de acostarse. La regularidad hace que la placa bacteriana, que es un biofilm, se forme de manera continua y solo eliminándola, una y otra vez, se pueda evitar su efecto nocivo, previniendo caries, enfermedades de encías, sangrado y mal aliento.

 

 

Es conveniente usar cepillo de cabezal pequeño, con fibras suaves de puntas redondeadas y mangos rectos y cambiarlo cada tres meses. No se puede compartir, ya que es solo de uso personal. Cepillarse los dientes al menos tres veces al día, durante dos minutos, aplicando una correcta técnica de cepillado, permite mantenerlos sanos y, a las encías, saludables. Hacerlo parte de la rutina diaria fortalece hábitos de autocuidado y autoestima. Si el cepillado es incorrecto, no cumple su finalidad y puede resultar perjudicial, dañar los dientes e irritar las encías.

 

Partes de un diente.

 

La higiene bucal debe iniciarse en los bebés, aún en ausencia de dientes, por medio del masaje de las encías, para lograr el hábito diario de la limpieza. Así se acostumbrarán a la sensación de la boca limpia. Se debe realizar con una gasa envuelta en el dedo índice o cepillo dedal de silicona, humedecida con agua hervida fría, una vez al día (por las noches). No se debe utilizar otras sustancias.

 

Uso del hilo dental

 

Permite eliminar la placa que queda en los dientes, luego del cepillado. Debe ser usado todos los días. Los padres deben limpiar los dientes de sus hijos con hilo dental cuando son pequeños y, luego de los 8 años, los chicos ya lo pueden hacer solos bajo supervisión.

 

Cortá 45 centímetros de hilo dental, enrollalo en los dedos medios de ambas manos dejando, aproximadamente, 12 centímetros entre uno y otro, y deslizalo suavemente entre los dientes hasta llegar por debajo de la línea de la encía.

 

Alimentación saludable

 

Consumí frutas y verduras frescas y alimentos ricos en vitamina C

 

 

Las frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales esenciales para la salud bucal. Su alto contenido de fibra ayuda a limpiar los dientes y encías de manera natural. La vitamina C es esencial para la salud de las encías. Incluí en tu dieta cítricos, frutillas y kiwis.

 

Elegí alimentos con alto contenido de calcio

 

 

Productos lácteos como la leche, el queso y el yogur son excelentes fuentes de calcio, esenciales para mantener dientes y huesos fuertes.

 

Tomá suficiente agua

 

 

Mantenerse hidratado ayuda a producir saliva, lo que ayuda a neutralizar los ácidos en la boca y prevenir la caries.

 

Limitá el consumo de azúcares, alimentos procesados y ultraprocesados y bebidas gaseosas y ácidas

 

 

El azúcar es uno de los principales causantes de caries. Evitá los alimentos y bebidas azucarados, las golosinas y bebidas gaseosas. Los alimentos pueden contener altos niveles de azúcares, grasas trans y sal, y son peligrosos porque pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y problemas dentales. Las bebidas gaseosas y ácidas pueden erosionar el esmalte dental, aumentando el riesgo de caries y sensibilidad dental.

 

Incluí proteínas magras en tu dieta y evitá aditivos y conservantes

 

 

Las proteínas magras como el pollo, el pescado y las legumbres son importantes para la reparación y el crecimiento de los tejidos, incluyendo los de la boca. Los aditivos y conservantes pueden tener efectos negativos en la salud a largo plazo, incluyendo alergias y problemas digestivos.

 

Afecciones derivadas

 

Enfermedades cardiovasculares. Las infecciones e inflamaciones en la boca, como la periodontitis, pueden aumentar el riesgo de este tipo de enfermedades. Las bacterias de la boca pueden entrar en el torrente sanguíneo y contribuir a la formación de placas en las arterias, lo que podría producir problemas como la arteriosclerosis y aumentar el riesgo de problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Diabetes. La enfermedad periodontal puede dificultar el control de los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes son más susceptibles a las infecciones bucales.

 

Un adulto cuenta con 32 dientes, 16 en cada maxilar, divididos en 4 incisivos, 2 caninos, 4 premolares y 6 molares.

 

Embarazo. Puede existir un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer como así, también, estas infecciones pueden desencadenar respuestas inflamatorias en el cuerpo.

Enfermedades respiratorias. Las bacterias de la boca pueden ser causa de estas infecciones. Esto es especialmente preocupante para personas mayores o con sistemas inmunológicos debilitados.

Enfermedades renales. La inflamación crónica y las infecciones en la boca pueden afectar la función renal. Las bacterias y toxinas pueden entrar en el torrente sanguíneo y llegar a los riñones, causando enfermedades renales.

 

Bruxismo

 

Comúnmente conocido como “rechinar de dientes”, el bruxismo puede estar relacionado con dolores de cabeza, de cuello, afectar la postura corporal, la forma en que respiramos y perjudicar nuestras horas de sueño. Puede causar tensión en los músculos de la mandíbula, cara, cuello y todo el macizo cráneo-cérvico-facial, lo que puede llevar a dolores de cabeza y de cuello, ya que todo nuestro cuerpo está conectado y trabaja como una unidad.

 

 

La forma en que respiramos también puede verse afectada. Algunas personas con bruxismo pueden tener una respiración bucal o mixta, lo que altera la posición de la lengua y afecta la alineación de los dientes. La posición de la lengua es crucial en todos estos aspectos. Una lengua mal posicionada puede contribuir al bruxismo. Por eso, es importante prestar atención a estos problemas que parecen pequeños pero que tienen un gran impacto en nuestra salud.

 

Causas y consecuencias en los niños

 

El bruxismo en niños puede estar asociado a varios factores que pueden contribuir a que no haya un sueño tranquilo lo que, a su vez, afecta su desarrollo y bienestar general. También pueden aparecer trastornos respiratorios como la apnea del sueño, ya que la dificultad para respirar puede llevar a apretar o rechinar los dientes durante la noche.

 

 

Una posición incorrecta de la lengua puede contribuir al bruxismo, ya que puede afectar la alineación de los dientes y la forma en que los músculos de la mandíbula trabajan. Los niños con hiperactividad y déficit atencional pueden ser más propensos a desarrollarlo debido al estrés y la ansiedad que causa el sueño no reparador. La tensión en los músculos de la mandíbula y el cuello puede llevar a dolores de cabeza y cuello frecuentes. La tensión en los músculos puede causar desequilibrios en la alineación del cuerpo.

 

¿Qué es el mal aliento?

 

Conocido como halitosis, esto sucede por no cepillarse bien los dientes, comer ciertos alimentos o tener alguna enfermedad. Las partículas de comida se quedan en la boca y las bacterias comienzan a descomponerlas, lo que produce un olor desagradable. Las enfermedades de las encías, como la gingivitis y el sangrado, también pueden causar mal aliento. Incluso algunas enfermedades del cuerpo como la diabetes o problemas del hígado pueden hacer que la boca huela mal.

 

 

Para evitar el mal aliento, es importante cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental para limpiar entre los dientes. También es útil limpiar la lengua, ya que las bacterias pueden acumularse allí. Beber suficiente agua ayuda a mantener la boca hidratada.

Visitar al odontólogo dos veces al año es otra forma de asegurarse de que todo esté bien con nuestra boca y dientes. Mantener una buena higiene bucal no solo ayuda a tener un aliento fresco, sino que también es importante para la salud de nuestro cuerpo.

 

El 3 de octubre se celebra el Día de Odontólogo en conmemoración de una reunión organizada en Santiago de Chile en 1917, de la que participaron profesionales independientes e instituciones de veinte países, que conformaron la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA), razón por la que se instituyó al 3 de octubre como la fecha recordatoria de la profesión. El término “odontología” deriva del griego “odonto” que se traduce como “diente”. Por su parte, la palabra “dentista” proviene del latín “dents” que significa, también, “diente”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Asesoramiento:

Gabriela Sastron

Odontóloga Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilar |

Docente de Grado y Posgrado en la Universidad Nacional de Cuyo |Docente de Posgrado en la Universidad Maimónides

   

28 de septiembre del 2024
Categoría: Para el cole
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